- Vitamina C: la disminución de este suplemento alimenticio en el organismo ocasiona fatiga y sensación de tristeza. Para evitarlo es recomendable tomar un zumo de naranja por las mañanas o añadir pimiento rojo a las ensaladas.
- Vitamina B: su carencia afecta al buen funcionamiento del sistema nervioso. Un correcto aporte de este tipo de vitamina evita el decaimiento y los trastornos del sueño. Para ello, es bueno consumir en abundancia verduras, leche y huevos.
- Calcio: además de su acción relajante, ayuda a combatir los estados de fatiga y debilidad. Los lácteos son una importante fuente de este nutriente.
- Hierro: la anemia viene acompañada del déficit de este mineral, lo que produce falta de ánimo y energía. Comer espinacas, lentejas, pasas o chocolate es una forma de evitarlo.
- Triptófano: implicado en la producción de la serotonina, es esencial para evitar este trastorno. Se encuentra en la carne, el pescado, los plátanos y los dátiles.
- Magnesio: este nutriente es necesario para mantener el equilibrio neuronal, además favorece los estado mentales manteniendo el control y equilibrio de los mismos. El chocolate, los higos, las nueces y los copos de avena lo aportan.
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Fuente: Saber Vivir