Nos recalca que no es la sal en sí, la que va a causar males cardiovasculares. Nos hace un recuento de las diferentes tipos de sal que consumimos, donde la sal refinada es la que tiene más contenido de sodio, mientras que las sales no refinadas se podría decir que son más saludables porque tienen más bajo contenido de ese mineral.
Hace énfasis en decir que el sodio es importante porque al ayudar a retener líquido en el cuerpo, lo hace tener sus procesos naturales, por ejemplo, en época de calor, pero según el paciente, sea un hipertenso, si tiene que bajar esos niveles de sodio.
En conclusión, como en todo, la cantidad a consumir debe ser la adecuada, y hay parámetros de la Organización Mundial de la salud (OMS) que lo indican. Sea que usted tenga o no algún padecimiento es mejor la moderación.
Pongamos atención al vídeo donde nos amplía información.
Recuerda siempre visitar a tu médico para aclarar cualquier duda sobre la salud.