De acuerdo con diversas publicaciones especializadas, la nicotina es definido como un alcaloide líquido, oleaginoso, incoloro y tóxico, contenido en el tabaco, que pasa de amarillo a pardo en contacto con el aire, desprende vapores muy acres y se disuelve fácilmente en agua o alcohol. La sustancia de la nicotina es considerada por los expertos como una droga estimulante, siendo este uno de los principales factores de adicción del tabaco; el fumador al inhalar el humo hace llegar la nicotina a los pulmones junto con las partículas de alquitrán asociadas; de ahí, pasa a la sangre, posteriormente en un termino de entre 10 y 60 segundos, este alcaloide atraviesa la barrera hematoencefálica penetrando en el cerebro y logrando liberar dopamina, la cual es un neurotransmisor asociado con el sistema del placer del cerebro, permitiendo emerjan sentimientos de gozo a fin de motivar al fumador en la realización de sus actividades diarias.
En opinión de los expertos, los fumadores crean dependencia a la nicotina, cuando manifiestan algunos signos como son la ausencia de náuseas, ausencia de mareos u otros síntomas característicos pese al consumo de cantidades excesivas de nicotina, la mayoría de los cigarrillos en el mercado contienen regularmente entre 1 y 2 miligramos o más de nicotina, y se estima que de alrededor de las cuatro mil sustancias que contiene el cigarrillo, solo la nicotina crea esta nefasta adicción. De acuerdo con estadísticas oficiales proporcionadas por la Organización Mundial de Salud, más de un 80% de las personas que fuman expresan su deseo de dejar de fumar y un 35% tratan de lograrlo cada año, menos de un 5% lo consiguen sin ayuda. Actualmente esta comprobado científicamente que fumar provoca problemas médicos como bronquitis o enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, entre otras de mayores consecuencias, de ahí que se considere que el fumar es nocivo para la salud.
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