1. Sentadilla
Coloca las piernas separadas al ancho de tus hombros. Mantén los abdominales contraídos. Baja el cuerpo hasta que las caderas y los muslos se encuentren en posición paralela al suelo, sin despegar los talones. Mientras estés haciendo el ejercicio, procura tener las rodillas en la misma línea de la punta de los pies.
Comienza con 2-4 series de 12 ó 15 repeticiones. Puedes incrementar la dificultad gradualmente cogiendo unas pesas de 4-5kg. hasta que sientas la exigencia del trabajo.
2. Zancadas
Colócate con los pies juntos. Asegúrate de que tus rodillas estén alineadas con tus caderas y tobillos. Mantén la espalda recta y adelanta flexionando la pierna derecha (quedando siempre la rodilla más atrasada que el talón) y baja la pierna izquierda que ha quedado atrás: imagina que eres un gigante y das una gran pisada.
Comienza con 2-4 series de 12 a 15 repeticiones para cada pierna. Como en las sentadillas podemos hacer uso de peso extra para aumentar el trabajo mediante unas mancuernas.
3. Elevación de pelvis
Túmbate en el suelo sobre la espalda. Mantén los brazos alineados al cuerpo y las rodillas flexionadas al ancho de las caderas. Inhala dejando los glúteos relajados, exhala y sube la cadera contrayéndolos con fuerza. Sostén la posición unos segundos y vuelve a bajar sin llegar a apoyar las nalgas contra el suelo.
Empieza con 3 series de 20 repeticiones. Podemos colocar sobre la pelvis un par de discos de peso (5-7kg) para aumentar la intensidad del ejercicio.
4. Mountain Climbers
Apoya las manos en el suelo separados a una distancia mayor que la anchura de los hombros y realiza el gesto de carrera, pero sin desplazarte. Además de trabajar los glúteos, el mantener la postura requiere una gran implicación muscular de todo el cuerpo, por lo que aumentará la quema calórica.
Haz 3 series de 15 segundos, descansando un minutos entre series.
¡Y a lucir una silueta esbelta, firme y sana!