Dicho estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y el Brigham and Women's Hospital, en 650.000 personas mayores de 40 años, observaron que al practicar 150 minutos (dos horas y media) de caminata vigorosa semanal, que es lo mínimo recomendado por la organización Mundial de la Salud, esto supone tener 3.5 años más de vida, y los que caminen 7 horas y media por semana tendrán una espectativa de vida de al menos 4.5 años más.
El Doctor Steven Moore, uno de los autores de este estudio comentó: "Este hallazgo puede convencer a las personas sedentarias, que una actividad física constante otorga beneficios, aunque no necesariamente se refleje en el control del peso corporal"
Por ejemplo una persona con peso normal pero sedentaria, según este estudio, tendría 3.1 años menos de esperanza de vida, ante un obeso que si se ejercita.
Ahora, mire la expectativa, si la persona con peso normal puede llegar a ganar hasta 7.2 años de vida con el simple hecho de realizar dos horas de caminata enérgica a la semana.
Como sabemos, el sobrepeso y la obesidad, nos traen enfermedades crónicas, tales como la hipertensión y diabetes,deteriorando la calidad de vida, por lo tanto el ejercicio es la mejor y más barata medicina con que contamos, que además funciona como antidepresivo, antidiabético, y antihipertensivo; fortalece los huesos, mejora el sistema inmune, elimina colesterol, triglicéridos y ahora se suma que alarga la vida.
Una persona saludable que se ejercita a intensidad moderada puede conversar sin problemas durante la misma. La hora del día más adecuada y como distribuir ese tiempo durante la semana, dependerá de cada persona, lo importante es incluir esta rutina en su vida diaria.
Cabe destacar que antes de realizar cualquier actividad física, debe realizarse un chequeo médico. Asimismo como utilizar ropa y zapatos adecuados, protección solar, estar hidratándose y asegurarse de realizar la actividad en lugares seguros.
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