Saludos queridos amigos!
Huelga dar cuenta de la importancia que tiene nuestro sistema respiratorio y de lo crucial que puede resultar cualquier anomalía que aparezca en él. Sin embargo, y aunque parezca obvio que sin unos pulmones y unas vías respiratorias que funcionen eficientemente se tiene una calidad de vida mucho peor, llama la atención cómo nos empeñamos día tras día en ponérselo difícil. Ciudades atestadas, fábricas, chimeneas industriales, atascos y aglomeraciones, tabaco, amenazan nuestra salud y por el contrario seguimos conviviendo con ello. Es por eso que hoy te vamos hablar sobre los peores enemigos de nuestro sistema respiratorio.
Contaminación ambiental
Que la polución del aire que respiramos incide directamente sobre el aumento de los episodios de patologías respiratorias queda fuera de toda duda. Los agentes nocivos suspendidos en el ambiente pueden conducir a contraer enfermedades respiratorias que van desde afecciones gripales hasta neumonías o broncoespasmos, siendo los niños y los ancianos los más vulnerables y perjudicados. Además, la propia contaminación provoca que la transmisión y contagio de enfermedades respiratorias se incremente aún más. En las ciudades desarrolladas hay mucha más exposición a contaminantes químicos, lo que a lo largo del tiempo daña al funcionamiento del sistema respiratorio. Se resecan las mucosas que deberían impedir el paso de sustancias nocivas cuando respiramos, el organismo recibe menos oxígeno y más partículas tóxicas a cada bocanada, aparecen más casos de bronquitis y enfisemas pulmonares.
Los que más sufren las consecuencias del aire contaminado son los niños. El asma cada vez es más habitual en ellos a causa de la inhalación de alérgenos (polvo casero, humo del tabaco, gases de escape de vehículos, polen) que inflaman las vías respiratorias sin dejar que el oxígeno fluya con facilidad por ellas. Como si de una bola de nieve se tratase, puede ir de mal en peor y también padecer otras enfermedades respiratorias como consecuencia de las previas. Así, en los peores casos pueden aparecer casos de rinitis crónica, bronquiolitis o edemas pulmonares.
Tabaco y cáncer de pulmón
Basta con ver una cajetilla de cigarros para darse cuenta de cómo quedan los pulmones de los fumadores. Y no solo el aparato respiratorio sale mal parado, también las ánginas de pecho, cardiopatías coronarias y otros problemas vasculares tienen en el tabaquismo su principal causa. Lo peor de todo es que el alquitrán y amoniaco de los cigarrillos afecta igualmente a los que no fuman, a los fumadores pasivos que inhalan el humo solo por compartir el mismo aire que los fumadores.
La salud no es como las matemáticas, pero en este caso la ecuación es clara: a más cigarrillos por día y a más edad, el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias aumenta enormemente. Las bronquitis y obstrucciones pulmonares crónicas (la típica tos del fumador) son claros ejemplos de ello. De hecho, en nueve de cada diez casos de bronquitis el tabaco es la causa principal. Todo lo anterior queda en un segundo plano cuando entra en escena el cáncer. El pulmón, la laringe y la boca son los principales objetivos de esta fatídica enfermedad, sobre todo el primero de ellos. Entre el 80 y el 90% de todos los cáncer de pulmón han sido provocados por la toxicidad del tabaco, y en las mujeres está alcanzando cotas superiores al cáncer de mama.
Enfermedades crónicas
Cada vez hay más casos en los que las enfermedades respiratorias perduran en el tiempo sin que lleguen nunca a remitir. Principalmente se debe a la convivencia permanente en núcleo urbanos con altos niveles de contaminación y por el consumo de tabaco, pero no siempre son estas las razones. Lo más habitual son las alergias (y los estornudos y tos) a raíz de una reacción de defensa exagerada del organismo. El asma es también un tipo de enfermedad respiratoria crónica padecida por un gran número de personas alérgicas, pero apenas tiene riesgos mortales (tan solo el impedimento de realizar algunos esfuerzos físicos en el exterior).
Distinto es el caso de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisemas o bronquitis crónica, que van empeorando lentamente la salud de la persona hasta acercarles a la muerte. Tal es la gravedad, que la Organización Mundial de la Salud estima que la EPOC se convertirá en la cuarta causa de muerte en todo el mundo en menos de 20 años. También se ha detectado en los últimos años un diagnóstico grave para los casos de hipertensión pulmonar. Sin que todavía se conozcan las causas exactas, lo cierto es que las probabilidades de ser mortal son altas y que las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir esta enfermedad respiratoria.
Fuentes: Esmas.com; Encolombia.com; Url.edu.gt; Who.int
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