¿Están relacionados el hecho de dormir poco con tener un día de mal humor? A juzgar por este estudio publicado en Clarín, definitivamente lo están. Es algo que todo el mundo ha experimentado alguna vez, ¿quieres saber por qué sucede? Continúa leyendo.
Gracias a un experimento realizado por el Instituto Médico Howard Hughes de Maryland (Estados Unidos) ha quedado demostrado que este comportamiento se debe a la modificación de un gen relacionado con el estado de ánimo y las horas que se dedican a descansar.
Para llegar a esta conclusión los científicos estudiaron a tres miembros de una familia que padecen síndrome de fase de sueño avanzado - también conocido como FASP por sus siglas en inglés -, sujetos con un patrón muy marcado; se acostaban muy temprano y se levantaban también muy pronto, manifestando un trastorno afectivo estacional que les llevaba a deprimirse en el invierno.
Los principales responsables de esta investigación, observaron que los tres familiares tenían el gen PER3 alterado (uno de los genes que controlan el ritmo circadiano), así que se pusieron manos a la obra experimentando con ratones a los que alteraron ese mismo gen (con el fin de conocer su rol). Para su asombro, comprobaron que los ratones se comportaban de manera similar a las personas que padecen depresión, mostrándose apáticos y con patrones de sueño anormales, por lo que llegaron a la conclusión de que este gen está ligado a la depresión y a los cambios estacionales, y gracias a ello esperan que el estudio abra nuevos caminos en la lucha contra la depresión.
Hasta la fecha, ningún otro estudio relacionaba las alteraciones en el ritmo circadiano con la aparición de los trastornos de estado de ánimo. Si te ha gustado este artículo, te invito a leer este otro titulado: Cuanto más sueño tenemos, peor nos alimentamos.