Existen tres tipos de ataque de pánico:
- Espontáneos: aparecen sin previo aviso en cualquier momento del día, incluso durante la noche. Esto provoca que quienes lo sufren no puedan racionalizarlo ni asociarlo a ningún temor concreto.
- Específicos: como su propio nombre indica se presenta ante situaciones o lugares específicos. Los enfermos, conscientes de esto, a menudo se obsesionan en evitar verse expuestos a estos agentes, lo que acaba deteriorando su calidad de vida. Únicamente desaparecen estos síntomas cuando se sienten cómodos y 'a salvo'.
- Predispuestos por situaciones: quienes los sufren notan que sufren ataques de pánico más frecuentemente en algunas situaciones, como entrar en un ascensor, aunque no siempre los sufren.
La persona que lo padece se siente paralizado y a su mente acuden pensamientos de paranoia y peligro. Además de estos síntomas, el cuerpo también puede experimentar taquicardia, palpitaciones, sudor excesivo, calor interno o escalofríos y dificultades para respirar. Igualmente puede sentir náuseas, mareos, dolores en el pecho, hormigueos y entumecimiento.
Si sufre de ataques de pánico lo mejor que puedes hacer es ir a terapias para mejorar tu calidad de vida.
¿Conoces a alguien que sufra este u otro trastorno de ansiedad? Comparte con nosotros la experiencia.
Fuente: ataquespanico.com