1. Si quieres memorizar mejor, varía
Para memorizar y retener información en nuestro cerebro - ya sean datos geográficos, programación, un deporte… -, no hay nada mejor como ir variando lo que se va aprendiendo. Es positivo a largo plazo, si bien al principio será un poco más complicado que centrarse en una sola materia. Ya sabes, no "te quemes" dedicando todo tu tiempo a una misma materia, todos los días de la semana.
2. No todo lo fácil es mejor
Es fácil pensar que contra más simple sea aquello que queremos memorizar, más fácilmente lo recordaremos. Sin embargo, no es así. Cuando queremos recordar algo “fácil”, el cerebro no trabaja demasiado para acceder a él. Así que en este caso, contra más esfuerzo le pidamos, más aprenderemos.
3. Cómo y dónde estudies, importa más de lo que crees
Nuestro cerebro tiene en cuenta el contexto a la hora de retener información, es decir, si estamos estudiando en el mismo lugar durante una larga temporada - ya sea sentándote en el mismo lugar en la biblioteca, en la universidad o instituto - lo más recomendable es ir cambiando de lugar de manera regular; el cerebro trabajará mejor entonces, a la hora de almacenar datos.
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4. La capacidad de memorizar no se gasta nunca
La memoria nunca entra en decadencia; no tiene límites, funciona como una gran nube de almacenamiento infinito, lo cual no quiere decir que los recuerdos que no son necesarios, queden en un rincón muy difícil de recordar.
5. Olvida y deja espacio para otros recuerdos
Olvidar datos o dejarlos en un segundo plano es beneficioso para que nuestra mente pueda aprender cosas nuevas a corto plazo - como puede ser una tarea que hemos de realizar ese mismo día o dónde hemos dejado nuestro móvil -, aunque el cerebro siempre dará prioridad a cosas recientes.
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