1.- Hay que tener la idea clara de que queremos dejar este vicio y para ello lo mejor es pensar un plan de acción que debemos elaborar concienzudamente y comprometernos a respetar.
2.- Se consciente de que fumar es malo para la salud, aunque es ocasiones un cigarrillo cause bienestar.
3.- No te puedes respaldar en “si solamente es una calada…” Estás dejando de fumar y no puedes probar nada.
4.- Decide si quieres optar por pedir ayuda médica o vas a llevar tú solo el proceso adelante.
5.- Si acudes a un médico programa durante los próximos tres meses cuatro visitas de, más o menos, 10 minutos de duración cada una.
6.- Fija un día concreto para abandonar el tabaco teniendo en cuenta que próximamente no tengas acontecimientos sociales o que te vayan a causar estrés.
7.- Los días previos al día fijado prepárate: haz dos listas con los pros y contras de tu decisión y léelas de vez en cuando, fuma el 90% de lo habitual, no aceptas ni ofrezcas cigarrillos, declara tres espacios sin humo donde no vas a fumar y aleja el paquete de tabaco siempre de ti.
8.- Algunos tratamientos eficaces a los que puedes recurrir son: el apoyo con sustitutivos de la nicotina, el apoyo con bupropion (siempre con receta médica y control), las terapias de grupo o el apoyo psicológico.
9.- Una vez que ha llegado el día fijado para dejar de fumar no tengas dudas. El principio será difícil y, de vez en cuando, pensarás en ello, así que te preparadas conductas alternativas para distraerte.
10.- Dejar este vicio tiene sus inconvenientes como el aumento del apetito y las situaciones de tensión por la irritabilidad. Puedes adelantarte a ellos practicando más deporte y alimentándote de una forma sana además de, controlando tus instintos en público.
¿Qué te parecen estos consejos?, ¿estás preparado?, ¿añades alguno más?