Y conviene tomar conciencia de que esta deformidad se produce en muchos casos por un error en la elección del calzado, tanto al elegir un zapato estrecho que no deja respirar al pie, o al elegir un número mayor o menor del necesario. En muchas ocasiones, el juanete también está asociado con una forma de caminar incorrecta. Por esta razón, acudir al podólogo también puede ser una buena rutina para la reeducación de la pisada.
Como hemos dicho, el juanete es especialmente femenino. Y en este caso, el uso de zapatos de tacón es uno de los grandes enemigos del bienestar. ¿Qué ocurre al usar este tipo de calzado? El peso corporal se reparte de un modo poco equitativo.
Si una persona sufre diabetes debe poner una atención especial en cualquier alteración o daño que pueda sufrir en la zona del juanete. Acudir al podólogo es fundamental para que el especialista elabore un diagnóstico e indique un tratamiento oportuno.
Desde otro punto de vista, conviene puntualizar que uno de los rasgos que puede heredarse es la forma de caminar. Y si en tu familia hay casos de personas que sufrieron juanetes y la causa tiene que ver con una forma de andar que tú también posees, entonces, tienes mayor riesgo de padecer esta deformidad. Es decir, son los pasos que se han dado de un modo concreto los que influyen en la propia forma del pie. No renuncies al hábito de caminar descalzo por casa durante unos minutos cada día.
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