Pues bien, debes saber que llevar un ritmo de vida sedentario tiene graves consecuencias para tu salud.
Cómo afecta una vida sedentaria a nuestro organismo
Cuando tenemos un estilo de vida sedentario e inactivo, nuestro organismo sufre las consecuencias. Quizás te encuentres muy cómodo y a gusto en el sofá, pero debes saber que no es nada bueno para tu cuerpo.Al llevar una vida sedentaria, ralentizas tu metabolismo. Esto quiere decir que tu cuerpo va a tener muchos más problemas para sintetizar las grasas y azúcares que consumes. Además, un metabolismo lento hace que tengas muchas más posibilidades de subir de peso, ya que estás consumiendo menos calorías de las recomendadas.
Perderás masa muscular y resistencia. Esto se debe a que realmente no estás utilizando los músculos, por lo que estos al estar inactivos, pierden desarrollo. Sin embargo, no solo se ven los músculos afectados. La falta de ejercicio y motivación hace también que los huesos pierdan contenido mineral, lo que provoca que se debiliten y seas más propenso a sufrir lesiones.
El sistema inmunitario se ve más debilitado. Cuando no hacemos ejercicio, nuestro cuerpo se encuentra más débil y, por tanto, le cuesta bastante más que funcione bien. También podemos encontrarnos con una mala circulación de la sangre y que suframos un desequilibrio hormonal. También es bastante común que veamos nuestro cuerpo más inflamado.
Los riesgos para la salud de vivir sedentariamente
Además de las consecuencias anteriores, llevar un estilo de vida sedentario puede provocar numerosas enfermedades crónicas. Por ejemplo, si no practicas deporte, eres más propenso a sufrir sobrepeso y obesidad. Es normal que tiendas a sufrir enfermedades del corazón, así como ser susceptible de sufrir enfermedades coronarias e infartosTendrás el colesterol más alto y puedes sufrir presión arterial alta, accidente cerebrovascular, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, osteoporosis y, además, un aumento de sentimientos negativos como depresión y ansiedad. También puede aumentar el riesgo de muerte prematura.
Si mezclamos llevar una vida sedentaria con el excesivo consumo de sustancias como tabaco, alcohol y alimentos ultraprocesados, se aumenta el riesgo de sufrir una muerte prematura.
Para luchar contra esta situación, lo mejor es comenzar a hacer ejercicio lentamente. Existen muchas formas de hacer ejercicio. Tan solo hay que encontrar aquellas que sean más adecuadas para nosotros.
Por ejemplo, podemos comenzar subiendo escaleras en lugar del ascensor, salir a dar un paseo todos los días, ir a los sitios que estén a menos de media hora andando Empezar poco a poco hará que no te sientas demasiado abrumado y con ganas de dejarlo. Irás sintiendo los beneficios y tu motivación aumentará considerablemente.