En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. El habla puede volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que esta progresa con el tiempo, alguno de ellos puede ser:
Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
Lentitud de los movimientos
Problemas de equilibrio y coordinación
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
Las personas con Parkinson pueden tener un sueño agitado, en el cual se muevan en exceso, o escenifiquen sus sueños. Es frecuente que el contenido de los sueños tenga que ver con peleas o luchas, y el paciente puede intentar “defenderse” dando patadas o puñetazos. A veces incluso se pueden sufrir caídas o accidentes por este trastorno
No existe un examen de diagnóstico para esta enfermedad. Los doctores usan el historial del paciente y un examen neurológico para diagnosticarlo.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres