En este artículo abordaremos las principales causas de una baja fertilidad y cómo tratar la infertilidad masculina con pautas de alimentación y algún complemento nutricional.
La infertilidad afecta tanto a hombres como a mujeres, y su prevalencia se ha ido incrementando en los últimos años.
Existen muchos factores implicados que repasaremos en este artículo, así como pautas de estilo de vida que han demostrado un carácter preventivo en las últimas revisiones científicas.
Infertilidad masculina
Entre los factores de riesgo modificables se encuentran: la exposición a tóxicos (alcohol, tabaco, pesticidas, mercurio…), a disruptores endocrinos, la disminución de los niveles hormonales de testosterona, el estrés, la falta de descanso, el ejercicio intenso, una dieta rica en grasas saturadas y trans y el sobrepeso o por el contrario los ayunos, un bajo porcentaje de grasa corporal y el infrapeso.Ante una situación nutricional comprometida, o una época de mucho estrés, el cuerpo sacrifica la fertilidad porque considera que no es el momento idóneo para procrear, en base a los niveles de hormonas circulantes.
También es importante reducir la exposición ambiental a disruptores endocrinos, que son productos químicos que simulan la acción de los estrógenos, presentes en productos plásticos, sartenes de teflón, pesticidas como organoclorados, PCBs y dioxinas.
También tienen una gran influencia en la infertilidad masculina, el aumento en la edad de ser padre, el calor testicular, y la exposición a las ondas electromagnéticas como las del teléfono móvil.
Como activar los niveles de testosterona con la dieta
Una dieta rica en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva, aguacate, frutos secos), ácidos grasos poliinsaturados como el omega-3 de pescados azules y mariscos; alimentos vegetales frescos y de temporada; y en oligoelementos como zinc y selenio, frena el descenso en los niveles de testosterona y mejora la motilidad de los espermatozoides.Los complementos nutricionales con zinc y una dieta rica en folato ha demostrado incrementar la concentración de espermatozoides e incrementa el volumen de semen.
El déficit de vitamina D también afecta a los niveles de testosterona y se ha estudiado como causa de hipogonadismo, considerándose beneficiosa en ciertos casos la suplementación.
El omega 3 ha demostrado beneficios estabilizando los niveles de las hormonas sexuales, siendo más beneficiosa la suplementación con EPA en el caso de los hombres y con DHA en las mujeres. Además, mejora la movilidad, la concentración y la morfología de los espermatozoides,
Se ha demostrado que la suplementación con antioxidantes, también mejora la calidad del esperma y la fertilidad del varón.