Os habrá sucedido a todos no cerrar los ojos durante la noche, despertarse constantemente, darse la vuelta y girar innecesariamente en la cama en busca de una posición para conciliar el sueño. El insomnio puede ser ocasional o a lo mejor se ha convertido en una constante en tu vida. Puede afectar seriamente tu bienestar y salud.
El sueño y la calidad del sueño son fundamentales para la recuperación de las propiedades funcionales del sistema nervioso y de todo el organismo. Si no duermes o no duermes bien, sabes lo difícil que es al día siguiente realizar un trabajo mental en la oficina o estudiar, sabes cuántas relaciones sociales se ponen a prueba. Los trastornos del sueño son una amenaza para la serenidad y la salud internas.
¿Cuál es el origen de los trastornos del sueño?
Un estilo de vida con ritmos frenéticos es sin duda el origen de situaciones de estrés y agitación y tiene consecuencias en la calidad del sueño. Los trastornos del sueño son cada vez más comunes y el uso de medicamentos parece ser el único remedio.
Queremos ser eficientes, listos para responder a cualquier solicitud y parece obvio y normal tener una actitud de continuo estado de alarma y tensión. Queremos ser así en el trabajo, pero también en la familia, en las relaciones y en el estudio. Estamos en constante competencia con el tiempo disponible para nosotros; los plazos y compromisos se vuelven cada vez más urgentes y al mismo tiempo indispensables.
Te habrás enfrentado a tales situaciones. Los eventos estresantes consumen mucha energía.
También inducen cambios fisiológicos como el aumento de la tensión muscular, la reactividad nerviosa, la aceleración de los latidos del corazón y la presión arterial.
El estrés es un fenómeno fisiológico normal y de hecho útil. Le permite reclutar energía y recursos para realizar “tareas” particularmente exigentes. Tanto el ser humano como todos los organismos animales activan la reacción de ataque y / o huida ante lo inesperado y el peligro de una manera casi automática.
En la fase de estrés, a través de la activación de esa parte del sistema nervioso autónomo llamada Simpatico, se moviliza mucha energía para reaccionar de la mejor manera ante los estímulos o el peligro.
Estas situaciones generalmente tienen una duración limitada en el tiempo y más allá del peligro entra en funcionamiento la otra parte del sistema nervioso autónomo llamado parasimpático. Una vez que el estado de alarma ha pasado, el parasimpático induce a la relajación general y predispone al cuerpo a la recuperación de energía.
Nuestro organismo debe gestionar la alternancia del ritmo simpático / parasimpático con cierta normalidad.
Una alternancia que es fisiológica y que permite la recuperación de energía para un mejor uso posterior.
Una de las funciones de las lecciones del Método Feldenkrais es precisamente para ralentizarnos, para calmar el sistema nervioso y ayudar al organismo a recuperar la serenidad y la capacidad de autorregulación. Son lecciones que a través de los movimientos conscientes y la conciencia de la respiración inducen un estado relajado gobernado por el parasimpático.
Superar los trastornos del sueño con Feldenkrais es posible cuando se comprende la importancia de la función de recuperación de energía del cuerpo, también y sobre todo a través del descanso nocturno.
El tema es amplío. Lee también este segundo artículo.
Fuente: Antonia Palmieri, movimenti naturali
Traducción del italiano por Esther Niego Palatchi
Fuente: este post proviene de Blog de Esther Niego Palatchi, donde puedes consultar el contenido original.
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