Es importante que sepas reconocer cuando estás dando demasiado de ti. Quisimos tratar este tema en forma minuciosa es por eso que comenzamos a hacerlo en el posteo anterior. En este posteo seguiremos desarrollando el tema, para darte las herramientas necesarias para que puedas reconocer si estás dando demasiado de ti.
Claves para reconocer si estás dando demasiado de ti
Cuando te sientes manipulado y compelido a ayudar
El ayudar debe ser algo que salga naturalmente de ti. Cuando ayudas a alguien no debes sentirte incomodo, sino todo lo contrario. Esta es una señal indubitable de dar demasiado.
Si por alguna razón te sientes incomodo brindado ayuda debes manifestarlo. Tú debes saber cuándo y cómo decir no.
Si alguien te manipula para conseguir tu ayuda está sacando ventaja de ti, y eso no debes permitirlo bajo ningún concepto, ni en ninguna circunstancia.
Cuando has alcanzado tu límite
En ocasiones el dar demasiado nos arrastra a nuestro límite. Cuando el prestar ayuda atenta contra tu salud psíquica y física, contra tu bienestar, contra tu seguridad económica debe marcar un límite
Tú no puedes poner tu vida o lo que has conseguido en riesgo para ayudar a otra persona. Eso no es ser egoísta, es preservarte a ti. Sólo se puede prestar ayuda cuando se está en condiciones de hacerlo, si tú no tienes no puedes dar demasiado.
Cuando el ayudar daña tus relaciones
El que prestes ayuda a los demás debe ser algo positivo, debe hacerte sentir bien. Pero que ocurre cuando el ayudar a otra persona interfiera con tus relaciones y las daña. Sin lugar a dudas, esta es una clara, clarísima señal de que estás dando demasiado de ti.
El ayudar a otro no debe generarte conflictos, ni hacerte sentir obligado. Ayudas porque te place, porque te hace sentir bien. Pero si ocurre todo lo contrario, el dar demasiado entraña un riesgo que no debes estar dispuesto a correr
Cuando tu ayuda afecta la salud de la otra persona
Tu puedes ser una persona muy bien intencionada, pero debes tener la suficiente autocrítica como para reconocer cuando se debe consultar a un profesional. A veces la buena voluntad no basta para prestar ayuda, porque se requiere además ciertos conocimientos que no se tienen.
En ese caso estas dando demasiado de ti, con tu ayuda evitas que quien recibe consulte a un profesional. El poner límites no te hace una mala persona, ni un ser egoísta.
Por el contrario en estos casos el poner límites te hace ser una persona sumamente responsable.
Esperamos que este posteo te haya sido de utilidad.
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