Tener días improductivos es inevitable. Todas lo hemos sufrido alguna vez y para muchas personas la presencia de días de poca productividad, puede ser la causa de frustraciones al no ver avance en tareas que pueden considerarse prioritarias.
Muchas causas pueden dar lugar a un día improductivo, desde que no te sientas bien de salud, hasta que ese día tu agenda se fue desplazando por eventos inesperados, entre otras. Hoy queremos hablarte sobre cómo recuperarte de un día de baja productividad y puedas volver a encarrilarte en él va y viene de tus actividades de valor diarias.
Volver a la normalidad después de un lapsus de improductividad se puede lograr de la siguiente forma:
Inicia tu mañana desde temprano: pasó el lapso de falta de productividad y no se puede hacer nada para volver al pasado atrás; no te preocupes, levántate temprano al día siguiente y verás lo sorprendente que puede ser. Cambia el enfoque y asume ese nuevo día con buena actitud y verás cómo vuelves realizar tus actividades incluso con más motivación que antes.
Determina tu "llama de la productividad": en este punto fundamentalmente queremos decirte que determines algún premio o aliciente para realizar tus tareas de forma productiva. Eso puede ser incorporando un snack o un café como parte de tus premios de motivación para realizar tu labor de forma intensa y concentrada. Tu llama de la productividad deberá ser el impulso para que tu día sea un ritual de productividad.
Tomate un momento para planificar tu reenfoque: parece algo contradictorio pero en realidad lo ideal es hacer una pausa en el camino y planificar como será tu metodología para volver a ser una persona productiva. Quizá el sentimiento de culpa por tu improductividad puede llegar a bloquear tus análisis y por esa razón tomarte un tiempo de meditación y calma te ayudará a reenfocarte y seguir con tu objetivo de productividad.
No dudes en tus capacidades de gestión y organización: no dejes que el bajón de un día improductivo te genere remordimiento y no te deje avanzar los días siguientes. Siempre ten en cuenta que las tareas son procedimientos que no tienen fin, siempre hay trabajo que hacer y por un día de baja productividad, no puedes juzgar toda tu historia y peor aún, considerar que no podrás retomar tu productividad.
Crea tu plan de forma estratégica: no te confíes, crea un plan estratégicamente para sacarle provecho al día siguiente de tu lapsus de improductividad. Control mental y fuerza de voluntad son necesarias en este punto para para tener la suficiente madurez de afrontar que la vida continua y que no seguirás con ese nivel de falta de productividad.
Dependiendo de cuánto tiempo has procrastinado o hayas estado improductiva, podría tomarte un par de días recuperarte del impacto que ello le ha causado a tu normal flujo de actividades, pero nada es dramático. ¡Puedes hacerlo, puedes recuperarte de un día poco productivo! De tí depende.
¿De cuánto tiempo ha sido tu mayor lapsus de improductividad?
¿Te has podido recuperar?
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