Los 7 pasos para intentar arreglar los conflictos de pareja (y vivir mejor)
Sabemos que quieres conocer los ingredientes que llevan a una pareja a entenderse. ¡Aprended del otro juntos!
1.- “La sociedad enseñó a las mujeres a hablar de los problemas y a los hombres a buscar soluciones”
Aunque nuestra naturaleza esté muy alejada de esta realidad – no existe una base biológica, más bien son miles de años de aprendizaje – a las niñas se les enseña a resolver sus problemas hablando (a veces, criticando) y a los niños, a buscar soluciones (a veces de manera violenta e instantánea). Esto conlleva, como dice la profesora y lingüista Deborah Tannen, “mientras las mujeres buscan el diálogo como medio de comunicación sin finalidad, los hombres tienden a buscar soluciones“. Por supuesto, los cambios en la educación modificarán estas limitaciones; cada ser humano es “un mundo” pero en los conflictos de pareja es imprescindible entender al otro según el tipo de lenguaje que utiliza. Ponte en el lugar del otro.
2.- La disposición de arreglar el conflicto
Aunque te parezca una obviedad, muchas parejas tienen tantas cuentas pendientes sin resolver en su relación que el temor a que puedan estallar en una gran discusión que termine en ruptura les lleva a que vayan acumulando resentimiento. Esto conlleva, paradójicamente, que no se arreglen los conflictos y que se agraven. Arreglar el conflicto significa aceptar lo que la otra persona pueda decir y sobreentender que el otro no desea ningún mal para nosotros.
3.- Elegid el momento adecuado para hablar de vuestros problemas
Hay una ley no escrita para solucionar un problema de pareja; escoger el momento apropiado. A menudo creemos que ese momento adecuado es en mitad de una cita romántica o mientras debatimos acerca de otro tema en el que no estamos de acuerdo. En ambos casos, las emociones juegan un papel demasiado importante. Es por ello que muchos terapeutas de pareja recomiendan un entorno neutral en el que se pueda discutir con la mente fría. De hecho, este terreno neutral suele ser la terapia de pareja.
4.- No os desviéis del tema que os preocupa
¿Os sucede que empezáis discutiendo acerca de que alguien no ha lavado los platos ese día y termináis por echaros los trastos a la cabeza? Aprended a centraros en lo que hay que trabajar en la relación en ese momento. Echaros en cara acontecimientos pasados relacionados con el presente solo os llevará a bloquearos aún más.
5.- Si la discusión se está acalorando, posponed
Esto suena a dejar los problemas para después pero puede que las condiciones en las que estáis mientras discutís no sean las más idóneas. No abandonéis la discusión. Simplemente, separaos. Un par de horas dando un paseo o haciendo cualquier otra actividad pueden ser más que suficientes para esclarecer vuestro punto de vista y abrir la mente para entender al otro.
6.- Cuidado con discutir en los viajes
Las vacaciones son el momento del año en el que más tiempo se pasa con la pareja (para bien y para mal). Aparte de recomendar que mantengáis vuestros espacios mutuos – hacer actividades por separado como leer o ver una película, escuchar música y pasear, etc. – os recomendamos que las discusiones las dejéis para casa. ¿Sabías que las vacaciones de verano son el momento en el que mayor cantidad de rupturas de pareja se fraguan? Eso es porque no se tienen más estímulos para olvidar los conflictos de la pareja y los defectos del otro están a flor de piel. ¿Cómo evitar una discusión en un viaje? Llegad a las vacaciones con los “deberes hechos”.
7.- Id de viaje por separado
Esa visita a tu amigo o la escapada a casa de tu tía abuela son excusas para que también tengáis experiencias individuales de larga duración. Aunque es cierto que las parejas más tradicionales no aceptarán este tipo de “cláusulas”, lo cierto es que las actividades en solitario son básicas para reforzar la individualidad de cada persona y para mantener vivo el concepto del “yo”, “tú” y “nosotros” como tres entes individuales.
Información sobre la terapia de pareja: http://www.psicoadapta.es/terapias-de-pareja-en-madrid.php
Imágenes: tquentvis
Autora: Alex Bayorti (colaboradora de nuestro Blog)
Fuente: este post proviene de Psicoadapta blog de psicología, donde puedes consultar el contenido original.
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