Pero ¿qué es el cáncer de colon?
El colon y el recto forman parte del intestino grueso y es el lugar donde se almacenan las heces antes de que el ano las expulse al exterior. Por lo tanto, es el sitio donde se acumulan sustancias de deshecho, lo que favorece la aparición de un cáncer. Para evitarlo, es muy importante que el tiempo de acumulación sea el mínimo. Para ello, debemos llevar una dieta equilibrada que facilite el tránsito intestinal y evite el estreñimiento.
El cáncer de colon es una enfermedad que se desarrolla debido a que la mucosa de esta zona se encuentra contenida en un pólipo existente y ha evolucionado por diferentes causas hasta convertirse en un tumor maligno. Normalmente, estas células se localizan en la porción intermedia y más larga del intestino grueso.
Entre las principales causas que provocan esta enfermedad encontramos:
1. Edad: A partir de los 50 años aumenta la probabilidad de sufrir cáncer de colon, aunque la mayor parte de los casos se concentran entre los 65 y 75 años. Además, existen casos en los que la patología se manifiesta entre los 35 y los 40 años. Cuando se diagnostica antes de esa edad es porque la persona lo ha heredado genéticamente.
2. Dieta. Se cree que las dietas ricas en grasa y pobres en fibra aumentan la probabilidad de sufrir cáncer de colon, aunque en la actualidad se están realizando numerosas investigaciones para comprobar esta dependencia.
3. Herencia. La genética tiene un papel fundamental, ya que esta patología se puede transmitir hereditariamente e influye sobre la probabilidad que tiene esa persona de sufrir esta enfermedad. Sin embargo, si se detecta a tiempo, se puede tratar de manera precoz.
Por lo tanto, si tenemos parientes de primer o segundo grado que hayan sufrido cáncer de colon, estaremos predispuestos a sufrirlo también.
4. Historial médico. Las personas que han padecido o padecen pólipos (crecimiento benigno) de colon o recto, colitis ulcerosa (enfermedad inflamatoria intestinal), cáncer de mama, útero u ovarios, tienen una mayor tendencia a sufrir esta enfermedad.
5. El estilo de vida influye directamente sobre nuestro intestino. Por ello, hay ciertos hábitos que favorecen la aparición del cáncer de colon, como, por ejemplo, la obesidad y el sedentarismo.
Pese a ser un tumor maligno, una de las principales ventajas es que se puede diagnosticar antes de que la persona presente síntomas. La prueba más fiable es un test de sangre oculta en las heces que examina la existencia o no de esta. En el caso de haberla, se realiza una colonoscopia para descubrir el origen del sangrado.
Gracias a esta prueba podemos detectar y extirpar los pólipos evitando que se desarrolle el tumor. Es un test que puede realizar el paciente en casa, pero que debe ser interpretado por un especialista. Esta prueba en general se recomienda a partir de los 50 años, dos veces al año. Sin embargo, si existen antecedentes familiares, el seguimiento debería comenzar antes de los 40.
Si se sospecha que puede haber algún problema o riesgo en el colon, el médico elaborará un historial clínico, realizará una exploración física y un tacto rectal.
Para detectar si existe o no cáncer de colon, se realizarán las siguientes técnicas:
El tacto rectal consiste en una exploración física donde el médico introduce un dedo por el ano para detectar si existe alguna anomalía en la parte inferior del aparato digestivo.
La sigmoidoscopia es una exploración en la que se introduce un tubo que transmite luz e imagen, llamado endoscopio, por el ano. Gracias a esta técnica se puede examinar el recto y la parte final del ano y detectar los posibles pólipos que pudieran existir en esta zona.
La colonoscopia es un método similar a la sigmoidoscopia, pero que utiliza un tubo más largo que recorre todo el colon. De esta forma, es más fácil obtener muestras del tejido (biopsia) en áreas en las que se sospecha que pudiera haber algún tumor. Una vez extraídas, se realiza un estudio con un microscopio. Normalmente, esta prueba se realiza con sedación y no suele ocasionar complicaciones.
Por otra parte, si existen antecedentes familiares o se sospecha que pueda haber sido transmitido genéticamente, es recomendable que los pacientes se realicen un estudio genético cuando son jóvenes (más o menos 20 años) para detectar o no la anomalía. Estas exploraciones deben continuarse periódicamente porque pueden pasar hasta 10 años desde que se forma un pólipo hasta que se desarrolla un cáncer.
La última técnica que existe es el enema de bario con doble contraste, una radiografía del colon y el recto que se realiza después de que al paciente se le haya hecho un enema (lavativa) con bario, una solución blanca calcárea que permite que en las imágenes se vean los detalles del interior del colon y el recto.
Para evitar el cáncer de colon es muy importante que la sociedad sea consciente de lo fundamental que es adquirir unos hábitos de vida saludables. Dentro de las estrategias para prevenir este tumor encontramos:
1. No abusar de los productos cárnicos procesados y la carne roja. Debemos ingerirlos menos de dos veces por semana, ya que se cree que dañan la mucosa intestinal, lo que provoca que las células se vuelvan malignas y se pueda desarrollar un cáncer de colon en el futuro.
2. Practicar ejercicio regularmente previene la obesidad, una patología que está ligada fuertemente a la aparición de esta enfermedad.
3. El exceso de azúcar también puede provocar sobrepeso o diabetes de tipo 2, aumentando la probabilidad de sufrir este cáncer.
4. Es necesario corregir los déficit alimenticios que nos encontremos en nuestra dieta y mantener una alimentación que sea capaz de complementar estos nutrientes de forma natural.
5. Las sustancias antioxidantes son muy útiles en la prevención del cáncer en general. Los alimentos más antioxidantes son las frutas y las verduras. Además, para evitar el cáncer de colon es importante consumir fibra, ya que favorece al tránsito intestinal.
6. Evitar el tabaco y el alcohol, ya que provocan daño celular y aumentan el riesgo de sufrir cualquier tipo de cáncer.
Esperamos que esta información os haya servido de utilidad, pero, recordad, si sentís que algo no va bien en vuestro organismo, acudid al médico, él tiene la solución.
Fuente: MD Anderson Cancer Center Madrid