Aunque las gafas de sol se han convertido en un complemento de moda tanto en verano como en el resto del año, no debemos olvidar que éstas tienen una función primordial: proteger los ojos del sol. Por ello, es importante asegurarse de que cumplen con la Normativa Europea de Seguridad y, para ello, deben llevar el sello de la CE.
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“Las gafas de sol deben ser siempre homologadas. Recuerda que tus ojos pueden sufrir daños graves e irreversibles si los expones al sol durante horas sin la protección adecuada. En el caso de los niños es todavía más importante, ya que al tener el cristalino casi transparente, absorben toda la radiación. Escoger unas gafas no es una cuestión estética (aunque hay para todos los gustos), sino de salud”, advierte el Dr. José Cordero, director médico de Néctar, Salud en Positivo.
En primer lugar, hay que escoger las gafas en función del uso que se les vaya a dar. No es lo mismo buscar unas gafas para conducir, que para ir a la playa. El filtro solar será mayor en el segundo caso e incluso el color de la lente puede ser distinto. La Confederación Española de Consumidores y Usuarios recomienda que la lente sea orgánica y de color gris, que respetan los colores y son ideales para conducir, o marrón, que al filtrar las radiaciones azules son las más adecuadas para practicar deporte al aire libre. Sin embargo, el color no siempre está relacionado con el filtro, por lo que es necesario comprobar hasta qué punto protegen de las radiaciones UV.
Por supuesto, lo más recomendable es adquirir siempre las gafas de sol en ópticas y centros homologados.
¿Usáis gafas de sol durante todo el año o sólo en verano?
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