Lo primero es elegir el tipo de cinta. Hay tres tipos de máquinas: cintas de andar sin motor, cintas de andar con motor, y cintas de correr.
Cintas de andar sin motor
Al no contar con un motor, es la propia fuerza e impulso del pie sobre la cinta que hace que ésta se mueva, por este motivo el grado de inclinación es bastante mayor a otras cintas motorizadas, ya que ayuda a conseguir el movimiento. Al no contar con motor y estar indicada para andar es bastante ligera.
Cintas de andar con motor
Al igual que la anterior, no sirven para correr ya que no cuentan con un sistema de estabilización y puede ayudar a la aparición de problemas en las articulaciones y lesiones, pero en este caso sí cuenta con motor que proporciona movimiento a la cinta.
Cinta de correr
Siempre son motorizadas, y cuenta con una mayor potencia, ya que permite correr a velocidades situadas entre 1 y 16 kilómetros por hora. Pueden estar equipadas con determinadas características que ayudan durante el ejercicio, como una pantalla con la velocidad, sensores de cardiofrecuencímetro, o posibilidad de elevar o inclinar la base de la cinta.
Se pueden ver numerosos modelos de cintas de correr y andar en Don Deporte para ver las especificaciones, detalles técnicos y precio. El peso que tengamos también debe influir en la decisión, ya que a más peso, se necesitará una mayor estabilización, resistencia y amortiguación en la cinta. Elegir la mejor cinta para cada caso puede evitar la aparición de lesiones, principalmente en los tobillos que es donde mayor fuerza se ejerce. La altura también es un factor a tener en cuenta, las personas que miden más de 1,80 cm deberán elegir las máquinas con superficies de al menos 48×136 cm.
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