Por lo general, una esteticista, antes de recomendarte una crema facial examina tu piel con cuidado y observa cómo responde a los tratamientos que realiza en cabina. Además, te preguntará por tus necesidades y deseos beauty.
Es decir, intentará indagar en los problemas que estás afrontando ¿Sientes tirantez y notas pequeñas arrugas de expresión? ¿Sientes la piel pesada y con tendencia a puntos negros? Basándose en esas características, elegirá unos principios activos u otros.
Si bien aquí nos resultaría imposible realizar un diagnóstico completo (y mucho menos sin verte la piel en directo), sí es relativamente sencillo guiarte a la hora de elegir qué tipo de crema para la cara te puede ir mejor para sentirte cómoda en tu propia piel.
Importante: Este artículo está escrito para mujeres y hombres que buscan potenciar la belleza de una piel sana. En caso de padecer patologías es fundamental visitar al dermatólogo.
Cómo elegir la mejor crema hidratante facial para ti:
1. Una piel joven responde mejor a hidratantes ligeras:
Vamos a empezar nuestra guía para elegir tu crema hidratante por lo básico y es que, una piel joven, sin patologías, suele responder mejor a hidratantes ligeras con base de agua.Existen dos tipos principales de cremas hidratantes: unas se componen con base de agua, que es un excipiente que tu piel absorbe, obteniendo una hidratación directa, y cremas hidratantes con base de aceite, que crean una capa oclusiva sobre la piel, y de esta forma evitan que la hidratación propia se pierda (hidratación indirecta).
Esto está explicado de forma muy simple, pero nos sirve para entender los fundamentos. Realmente ambas cremas suelen llevar los dos ingredientes pero la diferencia es la concentración de ambas. Las hidratantes a base de agua llevan más agua y las oleosas mayor cantidad de productos grasos.
Ahora bien, una piel joven, menor de 30 años, suele responder genial a hidratantes ligeras, si además llevan ácido hialurónico como principio activo ya tenemos la combinación perfecta.
2. El objetivo de tu crema hidratante es reforzar y mantener la hidratación, nada más:
Pero tampoco nada menos. La crema hidratante está diseñada para reforzar la hidratación cuando se necesita y evitar que la piel pierda su humectación mediante “la barrera” que explicamos en el punto anterior.Por otro lado, algunas cremas hidratantes incorporan en su composición ciertos principios activos que se enfocan en paliar problemas concretos como, por ejemplo, el exceso de sebo o los signos de la edad.
Sin embargo, este tipo de productos destinados a corregir problemas cutáneos son en realidad productos de tratamiento, que es mejor aplicar antes de la crema hidratante, es por ejemplo el caso de los sérums faciales.
Con esto, quiero decir que, si buscas un cosmético que te ayude a tratar un problema, es mejor idea aplicar ese producto de tratamiento y, después, la crema hidratante.
Existen packs de tratamiento que combinan el sérum o producto específico con una crema hidratante que refuerza sus efectos. Si estos packs tienen ingredientes de calidad pueden ser una opción estupenda.
Recuerda que el orden de los productos que de nuestra rutina debe ser de menos fluido a más. Y, lo más importante, nunca debe faltar un buen protector solar facial.
3. El clima, un factor decisivo a la hora de elegir tu crema hidratante:
Tendemos a elegir la crema hidratante en función de nuestro tipo de piel pero muchas veces nos olvidamos de un factor esencial: El clima.Imagina que vives (o vas de visita) a un lugar donde el clima predominante es seco y ventoso, la deshidratación y la sequedad están aseguradas.
Ahora vamos al caso contrario, te encuentras en un clima donde el sol es muy intenso y el sudor inevitable, en estos casos, la pérdida de agua está garantizada, y aunque sientes tu piel “pastosa” es muy probable que se esté deshidratando.
¿Qué hacemos en cada caso?
En el primero, el ventoso y seco, será de gran ayuda aplicar una crema hidratante oleosa que refuerce esa barrera cutánea para que el viento nos afecte lo menos posible mientras que, en el segundo, una crema hidratante a base de agua nos ayudará a reforzar la hidratación natural.
Si además, aplicamos esta crema debajo de la protección solar, logramos sellar y alargar la duración de sus efectos.
4. ¿Hay una crema perfecta para cada tipo de piel?
Antes de entrar de lleno en este punto, quiero recomendarte hacer un diagnóstico profesional en un dermatólogo o en un centro medicoestético de confianza.Muchas veces, un signo aislado como los puntos negros, no son 100% garantía de una piel grasa. En ocasiones, las pieles grasas están deshidratadas (les falta agua) y necesitan tratamientos concretos bastante personalizados.
Con esto en mente, sin duda, cuando conoces tu tipo de piel puedes elegir composiciones más acertadas.
Vamos a ver, grosso modo, ejemplos que te ayudarán a elegir tu crema hidratante:
Pieles secas o deshidratadas: Las pieles secas y los cutis deshidratados suelen padecer problemas como eccemas y queratosis debido a que su piel carece de los lípidos necesarios para mantener barrera protectora. Por tanto, debemos aplicar cremas que refuercen esa barrera, las ceramidas y otros lípidos son ideales para estos tipos de piel.
Pieles grasas: Pueden beneficiarse mucho de cremas y sérums hidratantes con ácido hialurónico ya que, hidrata la piel sin aportar lípidos excesivos. Asimismo, los productos con ácido glicólico a bajas concentraciones son beneficiosos para minimizar los estragos del acné.
Pieles mixtas: Las cremas con ácido hialurónico suelen ir muy bien a este tipo de pieles porque benefician tanto a las zonas secas como a las grasas. También se recomiendan las ceramidas una o dos veces por semana, sobre todo en las zonas secas.
5. ¿Qué crema utilizar si tengo la piel sensible?
Las pieles sensibles enrojecen con facilidad, se irritan o sienten hormigueos con casi cualquier crema que apliquen pero también, con los cambios de temperatura o con determinados alimentos.Una recomendación que quiero darte antes de empezar es mantener bajos tus niveles de estrés ya que, la piel sensible puede darse por un desequilibrio en el cuerpo (que además tiene otras consecuencias indeseables).
Dicho esto, ¿cómo elegir una buena crema hidratante si tengo la piel sensible?
Lo mejor es acudir a tu dermatólogo, contarle tus problemas cutáneos y seguir sus recomendaciones, especialmente si tu piel es muy reactiva.
Más allá de esto, existen ciertos consejos que puedes seguir si tu piel tolera más o menos bien ciertos productos:
Las cremas de farmacia, por lo general, suelen ir mejor a las pieles sensibles y reactivas.
Ingredientes como el aloe vera y la manzanilla son calmantes, la piel sensible suele responder muy bien a ellos.
Mejor si tu rutina de cuidado se compone del menor número posible de productos cosméticos.
Elige fórmulas con pocos ingredientes.
Evita los productos con fragancia, perfume o conservantes, aunque sean naturales pueden irritar igual.
Cuando encuentres la crema que te siente bien con los beneficios que esperas, mantente fiel.
6. Crema hidratante de día y de noche ¿De verdad necesito las dos?
Aunque muchas personas piensan que son lo mismo, cada crema se formula de manera diferente porque sus objetivos son también muy distintos:La crema de día está diseñada para cubrir nuestras necesidades durante el día. Por ello es más ligera para combinar con el maquillaje, pero a la vez puede incluir protección solar. Trabaja para aportar el agua y los nutrientes que la piel necesita durante el día mientras la protege de los elementos externos como la contaminación de la ciudad.
Por otra parte, la crema de noche está diseñada para potenciar la regeneración de la piel que ocurre a mayor velocidad durante las horas de sueño. Una buena crema de noche puede penetrar en capas más profundas de la piel y, por lo general, suelen tener una textura más untuosa que los productos de día que tienden a ser más ligeros.
Algo que para mí es un tip fundamental, es elegir una crema de día y de noche de la misma marca, y, a ser posible, de la misma gama.
¿Por qué?
Las marcas tienden a crear combos de cremas para día y noche que trabajan en sinergia potenciándose la una a la otra. Si mezclamos cremas “a lo loco” puede que sus ingredientes no se potencien bien juntos y a las pieles reactivas no les hará ninguna gracia.
Pero esta es mi opinión, tú debes decidir y elegir según tus gustos y necesidades.
7. Pieles maduras, la odisea de las cremas hidratantes:
Para comenzar:¿Qué es una piel madura?
Puede que tu piel esté estupenda, pero hablamos de piel madura si ya tienes más de 40 años, pues es cuando un extra de mimos te ayudará a cumplir años con más gracia, estéticamente hablando, claro.
¿Cómo elegir una buena crema hidratante para la piel madura?
Como hemos visto en el segundo punto de esta guía, la crema hidratante está destinada a mantener y reforzar la hidratación mientras que los productos de tratamiento trabajan para paliar imperfecciones concretas como manchas, líneas de expresión, o flacidez.
Por eso, mi consejo pasados los 40 es comprar un kit de sérum + hidratante antiedad. Estos suelen componerse de productos con vitamina C y/o retinol (el ácido hialurónico también suele estar presente). La etiqueta “antiaging” te indicará que estás ante productos destinados a frenar el paso del tiempo.
Importante: Algunos productos con vitamina C son fotosensibles, lo que quiere decir que reaccionan a la luz solar y en algunos casos provocan manchas. Lo ideal es aplicar estos productos solo por la noche o por la mañana sin olvidar el protector solar.
EXTRA: La mayoría de imágenes que ves en redes sociales no son reales
Hablo de las pieles ultraperfectas (que parecen un dibujo más que una fotografía) y que tanto abundan en redes sociales como Instagram.Hoy en día queremos vernos perfectas y eso lleva a que muchas chicas suban fotografías con un exceso de retoques que no son 100% fieles a la realidad. El objetivo de una crema hidratante o incluso de un producto de tratamiento es mantener una piel sana y bonita: jugosa, hidratada y firme en la medida de lo posible.
Nunca, jamás, por mucha calidad que tenga la crema va a imitar a un filtro de Instagram, Pero es que tampoco es eso lo que buscamos, la belleza real, siempre será mucho más bonita, le pese a quien le pese.
Por tanto, mi último consejo es olvidarte de los estándares imposibles que ves en redes, centrarte en cuidarte, darte lo que necesitas y sentirte bien en esos instantes únicos de conexión contigo misma. Esto además te ayudará a librarte de un estrés innecesario que termina reflejándose en tu piel.
Mímate, disfruta cuidándote y sobre todo sé una mujer real con orgullo ¡Espero que ayude y gracias por leerme!
Nota: Este artículo está escrito por Mónika Sánchez, editora del blog de belleza Guapaalinstante. Mónika es titulada en estética y marketing, ha trabajado en una de las perfumerías más importantes de España y colaborado con la distribuidora cosmética líder de Alicante y Murcia.
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