Sentirse cansado es normal en algunos momentos de la vida, en periodos de gran esfuerzo físico o de estrés mental nuestros niveles de agotamiento pueden ser intensos. Pero ¿hasta qué punto el cansancio puede ser considerado una respuesta natural del organismo a la fatiga?
Si en los últimos tiempos te has sentido sumamente cansado, es posible que te hayas preguntado si puedes estar padeciendo el Síndrome de la Fatiga Crónica (SFC). Este síndrome, también conocido como Enfermedad sistemática por intolerancia al esfuerzo, crea una condición clínica que se manifiesta con una fatiga tan intensa que llega a ser debilitante y se extiende de manera persistente e inexplicable en el tiempo. Esto significa que no cualquier cansancio, por intenso que sea, corresponde al padecimiento de esta enfermedad por lo que hay que entender sus casuas.
Analicemos entonces cuales son las características, causas y síntomas del Síndrome de fatiga crónica.
Empecemos por los síntomas:
El más importante es el de presentar una fatiga inexplicable por un periodo de por lo menos 6 meses, este cansancio persistente llega a afectar la vida laboral, social y el ocio del enfermo que no encuentra estímulos en realizar ni siquiera las actividades que le son más placenteras. Este cansancio llega a ser tal que la persona puede experimentar una gran dificultad al levantarse de la cama por las mañanas y una sensible baja en el rendimiento de sus actividades diarias; además, la sensación de fatiga no mejora ni disminuye con el reposo ni la actividad física.Existen otros síntomas comunes en las personas que padecen esta enfermedad como dolor de garganta, problemas de memoria y concentración, dificultad para dormir, sueño no reparador, inflamación a nivel de los ganglios, dolores musculares crónicos sin causa aparente y fiebre no superior a 37.5°.
El agotamiento aparece de manera repentina, a menudo tras una infección respiratoria, una mononucleosis o un período de mucho estrés psicológico. Sin embargo, es importante destacar que la causa definitiva de la SFC es aún desconocida. Existen algunos factores de riesgo como la edad, pues afecta con mayor frecuencia a las personas de entre 49 y 50 años; el sexo, las mujeres reciben este diagnóstico con mayor frecuencia; y el estrés, la dificultad en su manejo puede contribuir la insurgencia de SFC.
En la actualidad no existe una prueba individual que pueda confirmar el diagnóstico de SFC por lo que es necesario efectuar una variedad de pruebas que descarten otros padecimientos.
La vida de los pacientes con SFC suele ser dura. La amplitud y variedad de los síntomas hacen que sea una enfermedad compleja de diagnosticar por lo que a menudo tarda meses antes de ser detectada. La convivencia con el cansancio y el dolor crónico, unidos a la falta de una causa identificable y a menudo a la indiferencia de las personas que rodean al enfermo, suelen causar en el paciente sentimientos de frustración, ira y hasta depresión que termina por empeorar la situación.
Otro factor de frustración en los pacientes con SFC es que el tratamiento es solo sintomático y no siempre funciona de manera rápida y eficaz. Este incluye medicamentos que se usan para tratar el estado depresivo que a veces se produce así como combatir el dolor crónico; y una terapia que incluya un entrenamiento cognitivo que permita recuperar un cierto control de su vida y sus actividades diarias por parte del paciente, ejercicios graduales que ayuden a reducir la hipersensibilidad al movimiento de estos pacientes; y una alimentación correcta y balanceada que evite el alcohol, la cafeína y la comida chatarra; así como la práctica de alguna medicina alternativa como reiki, yoga o acupuntura.
Te recuerdo que es sumamente importante que si consideras posible padecer esta enfermedad, acudas a la brevedad con tu médico ya que un pronto diagnóstico es fundamental. ¡Te espero en el próximo post con más ideas que facilitan tu vida!