Este se mantiene por un periodo de meses e incluso años, afectando más al sexo femenino dentro de los rangos de edad entre 30 a 50 años, presentando picos de mejoría de vez en cuando, así como picos en los que el síndrome se recrudece o empeora dependiendo de los síntomas o causas que lo haya generado en primer lugar.
Causas de la fatiga crónica
Las causas no se conocen de forma certera, pero si se sabe que después de haber pasado la mononucleosis infecciosa aparece un cuadro de cansancio y depresión que suele durar alrededor de un año.
De igual manera, se sabe que el estrés y los factores genéticos y ambientales juegan una parte importante. Se sabe también que las alergias, el eccema y el asma empeoran cuando lo hace el síndrome de fatiga crónica.
Por lo tanto, se trata de una entidad sintomática compleja, en las que la inmunodeficiencia y el estrés constituyen un binomio casi inseparable y evidentemente, le corresponde a su médico hacer el diagnóstico y diferenciarlo de otros procesos con síntomas muy similares.
Basándome en todas estas circunstancias que acompañan al síndrome de fatiga crónica, voy a dar dos recetas que pueden funcionar muy bien en dicho síndrome:
Receta de equinacea, astrágalo y miel pura de abeja
Ingredientes
- Extracto líquido de astrágalo (Astragalus membranaceus): En herbolarios.
- Extracto líquido de equinacea (Equinacea angustifolia): En herbolarios.
- Miel pura de abeja.
Preparación
En un vaso de agua se ponen 20 gotas de astrágalo y 20 gotas de equinacea, a continuación, se calienta un poco en el microondas y después se añade miel pura de abeja al gusto.
Uso
Toma este preparado de dos a tres veces/día. Estos tratamientos siempre han de estar bajo la vigilancia y control de un especialista en medicina natural.
Receta de equisandra, corteza de limón, romero y miel
Ingredientes
- Polvo de equisandra (Schizandra chinensis): en herbolarios.
- Corteza de limón.
- Romero (Rosmarinus officinalis): en herbolarios.
- Miel pura de abeja
Preparación
Por un lado se corta un limón en daditos, pero con corteza en 100 mml de agua y se pone a cocer. Cuando alcance el punto de ebullición se retira y se deja reposar de 15 a 20 minutos. Por otro lado se prepara en infusión, 30 gramos de hojas de romero y después se deja reposar de 15 a 20 minutos. Pasados estos 15 a 20 minutos, se procede a filtrar con un colador sin orificios la corteza de limón y la infusión de romero. Acto seguido se añaden 3 gramos de polvo de equisandra y miel pura de abeja al gusto.
Uso
Toma de dos a tres infusiones al día y recuerda que estos tratamientos siempre han de estar, bajo la vigilancia y control de un especialista en medicina natural.