De todos es sabido que la música sirve como sanación para el cuerpo y la mente del ser humano, y hasta de las fieras. Hay numerosos estudios científicos que lo demuestran, aunque es algo que hemos sentido nosotros mismos, haciendo innecesarios dichos estudios.
Según la tradición del Nada Yoga, ciertos tipos de vibraciones afectan de una manera a la mente, y como ella es el amo del cuerpo, también nos relaja físicamente. Otros tipos de vibraciones nos aceleran el ritmo cardíaco, nos estresan, etc.
Averiguar cuáles son esos sonidos que nos ayudan es tarea del Nada Yoga. Entre los instrumentos más conocidos para este fin se encuentran los cuencos tibetanos, que también se llaman cuencos cantores tibetanos.
Para qué sirven
Desde hace siglos se han usado los cuencos tibetanos con cuatro objetivos:
Inducir estados mentales de bienestar: la melodía de los cuencos es suave y bonita. Es más fácil sentirse bien y conectar con esa parte de nuestro subconsciente que desea sonreír y vivir en armonía con los demás.
Relajación y meditación: la primera como paso para la segunda o solo por el hecho de eliminar la ansiedad y estrés.
Personas que no duermen bien pueden usar los cuencos para desconectar e irse a la cama dispuestos a dormir de un tirón. Este punto es la aplicación de la relajación en un momento concreto de nuestra vida.
Tratamiento para algunas aflicciones del cuerpo y de la mente.
Mujer recibiendo tratamiento con cuencos tibetanos.
Según la tradición del Yoga y de la medicina oriental, en los cuatro procesos intervienen los chakras. La música de los cuencos tibetanos afecta a esos centros energéticos del cuerpo como paso intermedio para obtener los beneficios mencionados.
Qué tipo de música producen por cuencos tibetanos
Es difícil usar con maestría este tipo de instrumentos. Hay toda una rama del Yoga para aprender a usar la música para estos fines, y lo que se ha transmitido de una generación a otra indica que funciona, especialmente los 3 primeros objetivos.
Y funciona porque el tipo de música que producen es armonioso, agradable, vibrante, relajante y de tonos variables. Los hay agudos y los hay graves, aunque el tono que producen también depende de cómo los uses, de la baqueta (es el palo con el que iniciamos la vibración), la forma del cuenco, el espesor o la composición del mismo. Lo cual nos lleva al siguiente punto:
Los 7 metales de los cuencos tibetanos
Los cuencos tibetanos se llevan usando desde hace siglos y casi desde el principio se han empleado 7 metales en la fundición del cuenco. En algunos casos se usan nueve, pero lo normal es que sean de siete.
Estos siete metales son el oro, la plata, el mercurio, el cobre, el hierro, el estaño y el plomo. Estos metales han representado cuerpos celestes, los que destacaban más en la noche: el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno (en el mismo orden).
La aleación de 7 metales representa los planetas más visibles desde la Tierra. Algunas veces es de 9 metales.
Cómo hacerlos sonar
Hay dos opciones: dar uno o varios golpecitos con la baqueta o hacer círculos rozando el borde del cuenco.
Si optas por chocar la baqueta contra el instrumento tienes que hacerlo de manera suave, ya que no es un gong (aunque el gong es uno de los instrumentos que también se emplean para el Nada Yoga). Puedes espaciar los golpes según tú lo veas (o lo oigas/sientas), alternar toques más fuertes o más suaves, etc.
Si optas por los movimientos circulares, puedes hacerlos más rápidos o más lentos.
Las dos técnicas son apropiadas para obtener los beneficios. Hay cursos en los que un maestro enseña cómo interpretar la situación de cada persona y elegir una forma u otra de tocar los cuencos, aunque no hay que llegar a tal grado de conocimiento para saber cómo usarlos.
Los cuarzos y los cuencos tibetanos
El cuarzo es un mineral que transmite muy bien la vibración. Esto se descubrió en el siglo XX de manera científica, de hecho muchos relojes están fabricados con cuarzo porque tiene una extraordinaria facilidad para mantener el reloj en hora con la mayor precisión.
Esa capacidad del cuarzo de transmitir muy bien la vibración se ha aprovechado desde siempre junto con los cuencos tibetanos:
En los casos en los que se pretende tratar algún pequeño problema, como un dolor de cabeza, se pone el mineral en la cabeza y se hace sonar el cuenco tibetano. La vibración que produce el instrumento la capta el cuarzo, que la transmite a la cabeza gracias a que están en contacto.
Un concierto
En este vídeo de YouTube podemos ver a un maestro de los cuencos tibetanos celebrando un concierto con ellos. No sé cuantos tenía exactamente, he contado 29 cuencos de varios tamaños. ¿Cuántos ves tú?
Precios
Por si te interesa comprar algún cuenco tibetano, te informo de que los precios varían mucho en función de tamaño, peso, si está hecho a mano, etc.
Una pequeña muestra de la variedad de cuencos cantores
A mí me parece muy interesante lo relacionado con cuencos tibetanos. ¿A ti te lo ha parecido? Si la respuesta es un sí, comparte a través de Facebook, Twitter o Pinterest. Te espero en los comentarios. ¡Muchas gracias! Namaste.