En otra etapa más avanzada puede sentir complicaciones con el sentido de la ubicación, cambio de personalidad, pérdida de la iniciativa.
Los dos factores de riesgo más importantes son :
-la edad; los mayores de 65 años tienen un riesgo del 10% de contrarla, pero este porcentaje aumenta a un 50% en mayores de 85 años.
-antecedentes familiares; conocer los antecedentes familiares ayuda a diagnosticarla mas temprano; cuanto antes se inicie el tratamiento se puede lograr una mejor calidad de vida.
Se ha constatado entre los pacientes la disminución de los niveles cerebrales de acetilcolina, sustancia química que envía señales de una neurona a otra, neurotransmisor que sería fundamental en las actividades intelectuales.
Esto se debería a la acción de la colinesterasa, que es una enzima encargada de descomponer la acetilcolina.
Entonces, parte del tratamiento consiste en inhibir los daños que esta enzima causa.
Como punto altamente esperanzador, comunicamos que está en etapa de prueba una vacuna preventiva, investigada por el neurólogo Gurutz Linazasoro; los ensayos se realizarán en Austria, pero aunque fuera efectiva, y sin efectos colaterales, no se hará pública hasta dentro de 6 años.
Hasta ahora los científicos no se han puesto de acuerdo en las posibles medidas a tomar para prevenir o retardar la aparición de esta enfermedad.
Pero es opinión bastante generalizada que una dieta mediterránea, que incluye frutas, verduras, pan, cereales, aceite de oliva, pescados y vino tinto, más el agregado de vitaminas B12, B3, y ácido fólico pueden estar relacionadas con una reducción del riesgo de contraerla. Pero no tienen un efecto significativo una vez aparecida.
Lo mismo se dice de las actividades intelectuales como el ajedrez, lectura, crucigramas, estudiar idiomas, etc.