¿Qué es la alergia? ¿Pueden los ácaros del polvo ocasionarla?
La alergia, también denominada “reacción de hipersensibilidad tipo I”, es una respuesta exagerada, inapropiada y equivocada del sistema inmunológico, mediante la cual reacciona frente a sustancias inocuas (por ejemplo, pólenes, epitelios de animales, ácaros del polvo o esporas de hongos), identificándolas como nocivas.
Dicha reacción, en lugar de ser beneficiosa para el paciente, produce síntomas y/o signos que afectan a la calidad de vida, siendo necesario la utilización de fármacos (antihistamínicos, glucocorticoides, antiasmáticos, adrenalina, etc.) o inmunoterapia (vacuna) que modifique el curso evolutivo de la enfermedad alérgica.
El polvo es un ecosistema complejo compuesto por una mezcla de materia inorgánica y orgánica, entre las que existen ácaros, esporas de hongos, resto de escamas cutáneas, etc(1).
¿Cómo podemos ‘blindar’ nuestra casa de ácaros y otros alérgenos(2),(3),(4),(5),(6),(7),(8)?
Los ácaros del polvo, causantes de patología alérgica respiratoria se encuentran preferentemente en dos ecosistemas: la vivienda y los almacenes, siempre que existan unos factores ambientales que favorezcan su crecimiento, siendo la temperatura óptima de 25 a 35ºC, con una humedad relativa alta desde el 50% hasta más del 75%.
En la España peninsular, los ácaros del polvo doméstico pertenecen mayoritariamente a la familia Pyroglyphidae (principalmente las especies Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae), quienes conviven con el hombre alimentados por descamaciones dérmicas, encontrándose en mayor número en colchones, sofás y muebles revestidos de material textil.
La principal fuente de alérgenos son las partículas fecales(4). En climas tropicales y subtropicales, como Canarias, el ácaro Blomia tropicalis es una fuente importante de alérgenos del polvo doméstico.
Entre los ácaros de almacenamiento, como puedan ser las cocheras de los domicilios, se han descrito diferentes especies como por ejemplo Lepidoglyphus destructor.
Para poder 'blindar' nuestra casa, son imprescindibles las medidas de evitación que reduzcan la exposición a las diferentes fuentes alergénicas(7),(9),(10).
¿En qué aspectos debemos incidir más a la hora de limpiar? ¿El suelo, los sanitarios?(2),(1),(8)
Aunque el aspirado no mata a los ácaros del polvo, elimina los alérgenos de las partículas fecales. Se recomienda el aspirado realizado por una persona no alérgica, siempre que no esté presente el paciente durante su realización ni en los 20 minutos siguientes, con una regularidad semanal utilizando aspiradores con filtro de alta captación HEPA (High Efficiency Particulate Air)(8).
En caso de ser realizado por el paciente, éste debería utilizar una mascarilla. Si no se dispone de dichos filtros, son de utilidad las bolsas con doble grosor y los filtros de poliéster o electrostáticos.
¿Cuáles son aquellos lugares donde la población de ácaros del polvo es mayor, y donde habría que hacer especial énfasis? Colchones, almohadas, mantas, somier, moquetas, alfombras, cortinas, sillones y peluches(7).
Se debe limitar el número de muebles al mínimo imprescindible: preferentemente muebles cerrados y separados de la pared (que permita limpiar la parte trasera).
El lavado de ropa de cama y cubiertas de forma semanal, con cualquier detergente a 50º-60ºC durante 8 a 12 minutos, es efectivo; e incluso si se añade lejía, puede erradicarse el 98% de los alérgenos de los ácaros del polvo(11).
Es efectivo el lavado en seco para moquetas y alfombras, aunque menos que el descrito con agua caliente.
¿Cómo debe ser nuestra ropa de cama y nuestro colchón? ¿De fibras naturales o sintéticas?(2),(1),(8),(12)
Se recomienda el empleo de fundas antiácaros para colchones y almohadas, con poros menores de 10 mm, que aunque permiten la transpiración, impiden el paso de alérgenos.
La eliminación de colchones y almohadas viejos, junto con el empleo de una cubierta plástica que cierre el canapé son otras medidas eficaces.
Los acaricidas (agentes químicos que matan a los ácaros del polvo) como por ejemplo: piretrinas, bencil-benzoatos, óxido de propileno, ácido tánico o metil-pirimifos; suelen ser tóxicos en niños y animales domésticos, contraindicaría su utilización en la cama, además de que la muerte del ácaro no soluciona el que permanecerían aún las partículas fecales(12).
Así, colchones y almohadas, deben aspirarse durante 10 minutos por cada cara de forma mensual y exponerlos al sol durante 30 minutos en unas 2 ó 3 ocasiones al año.
Es de recibo que colchones y almohadas estén fabricados con materiales sintéticos (mejor si son de gomaespuma, látex o material acrílico) o estén enfundados en materiales no permeables.
Clásicamente se ha considerado que las camas y almohadas de plumas tienen mayor riesgo, aunque algunos estudios recientes, las recomiendan por delante de los materiales sintéticos en caso de ser nuevas.
¿Tenemos que tener especial cuidado en las dormitorios infantiles o si viven personas mayores?
Los síntomas y/o signos que pueden hacer sospechar que estamos ante un caso de alergia (o reacción de hipersensibilidad) ante neumoalérgenos (sustancias que se respiran; tales como pólenes, ácaros del polvo, esporas de hongos o epitelios de animales) son: salvas de estornudos, sensación de obstrucción nasal, rinorrea (mucosidad) nasal acuosa, prurito (picor) nasal o conjuntival, tos, disnea (fatiga o falta de aire), y sibilancias (pitos) torácicas(11).
Cada vez con mayor frecuencia, nos encontramos pacientes con edades menores con mayor sensibilización a neumoalérgenos, entre ellos, los ácaros del polvo.
Se debe prestar especial cuidado al contacto con peluches en la infancia, por cuanto constituyen una fuente importante de alérgenos fecales de ácaros(8),(12).
De la misma forma, en los últimos años se ha objetivado un aumento de alérgicos en personas mayores, que con frecuencia asocian otro tipo de patología o enfermedades de forma concomitante.
Referencias bibliográficas:
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