Hay que mencionar también que, al ser una ciencia muy amplia, para su estudio, se divide en dos grandes grupos, la psicología aplicada y la psicología básica.
Esta última se encarga de ser la base de todo el conocimiento psicológico científico que encierra a esta profesión. De esta forma, esta vertiente se encarga de describir, descubrir y definir los conceptos, los procesos y las funciones a través de los cuales todas las personas logramos pensar, sentir, aprender, comunicarnos, y en definitiva, desarrollarnos como individuos y personas en comunidad. Dicho en otras palabras, la psicología básica es la encargada de entender la parte más biológica de la mente humana.
Al mismo tiempo, la otra vertiente, la psicología aplicada, está más dedicada a la utilidad per se de la ciencia, o sea que se enfoca en la resolución de los problemas que se plantean y de esa manera optimizar los procesos mentales que muchas veces llevan a esos problemas.
Algunas ramas que se derivan de la psicología aplicada podemos considerar que son la psicología infantil, la clínica, la psicología educativa, la organizacional, la de la salud, la psicología inclinada al deporte, entre otras muchas más.
También podemos referirnos a la psicología social como otra rama más que se desprende de lo que puede abarcar esta gran ciencia que estudia la mente y los comportamientos humanos. En ese sentido, la psicología social remite a ser el estudio de las relaciones humanas y de qué manera éstas influyen y terminan modificando la conducta, o los sentimientos o los pensamientos de las personas.
Es muy común notar (y notar incluso en uno mismo) que el comportamiento cambia según la compañía que estemos frecuentando, así como también el contexto en el que nos estemos desenvolviendo. Es por ello que uno de los extremos más notables se puede evidenciar con los protocolos y todo lo que implica estar inmersos en algún tipo de evento que implique un grado muy alto de ceremonias. A estos cambios de conductas es a lo que fundamentalmente se enfoca el estudio de la psicología social.
Y es que poder comprender las diferencias de las actitudes que adoptan las personas según los contextos, tiene un gran impacto en el mundo laboral, también educativo, político y cultural. Debido a que una vez que se logra reconocer los factores que hacen que una persona obre de una determinada manera dependiendo del contexto en el que se encuentra, estas conductas pueden terminar siendo modificadas o también intensificadas para mejorar la vinculación con las personas.
Y es que, a través de la psicología social, se pueden saber muchas cuestiones vinculadas a los patrones de conducta, los roles sociales, la conciencia colectiva, la identidad social, los estereotipos, los trabajos en equipos, el liderazgo y demás acciones y factores muy importantes en el devenir cotidiano de las personas.
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