¿Te gustaría vivir en plenitud?
En filosofía hermética, esoterismo, trabajo interno (o desde lo interno) y miles de nombres más que se le han dado al estudio de lo profundo del Ser desde la Antigüedad hasta nuestros días, se hablaba del autoconocimiento como algo exclusivo de las élites, de esos pocos "iluminados" que conservaban ese saber para sí y lo compartían sólo con algunos elegidos. En las culturas originarias, sobretodo en las andinas, este saber se transmitía de generación en generación con el único y sagrado propósito de servir a la Humanidad como faro en épocas de oscuridad. Y que las hemos tenido, no hay dudas de ello. Y que aún andamos a tientas en las penumbras del fin de una era y en el alba de una nueva, tampoco quedan dudas. La buena noticia es que este conocimiento (o más bien, recuerdo de lo que Es) está comenzando a tomar poder entre los legos gracias a la masificación de la información. Si bien internet hizo su parte en ésto, la literatura tiene los más grandes lauros en la materia.
Solemos referirnos a nosotros mismos como personas, mujeres, hombres, adolescentes, niños, niñas, adultos mayores, etc., sin detenernos en obserbar qué queremos conceptualizar con esos términos. En esencia, somos todos espíritu viviendo una experiencia física, para la cual elegimos ocupar o encarnar en un cuerpo orgánico, biológico (un avatar sería la descripción perfecta). Es decir, nuestro amado y a veces maltrecho cuerpecito.
En mi trabajo como terapeuta de Zen Shiatsu, disciplina que amo profundamente porque cada día me sorprende más y más con su sabia aunque simple naturaleza, te ayudo a encontrarte, a redescubrirte en tu esencia, desde el trabajo físico, a través del majase Zen Shiatsu, y desde lo emocional, a través de la escucha abierta y libre de juicios.
Porque ¿qué ocurre en nuestro cuerpo cuando estamos estresados o compungidos, ansiosos, aterrorizados, deprimidos, eufóricos o, simplemente, con mucha incertidumbre frente al porvenir?. Este cuerpo físico, hecho de átomos que es su materia prima más ínfima refleja, ni más ni menos, y totalmente libre de juicios, lo que acontece en el plano mental o emocional de la persona. Por eso enfermamos, por no haber podido procesar debidamente emociones o impresiones que nos llegan de afuera y se cristalizan en el cuerpo en forma de dolor, como puede ser una contractura, o una gastritis y una lista de largos etcs.
De ahí la riqueza de este tratamiento: que si quieres abordar la problemática que te aqueja desde el masaje físico solamente, perfectamente se puede aplicar y percibirás los beneficios casi de inmediato. Si, por el contrario, prefieres charlar el problema que te provocó la dolencia física, también podemos trabajarlo desde allí. O, como ocurre en casi todos los casos, podemos abordar tu tratamiento desde todos los ángulos posibles en ese momento en particular. De una o de otra manera, llegaremos al buen puerto de la sanación.
¿A quiénes está dirigido este tratamiento?
Pues a todos los que quieran sentirse plenos, con un cuerpo que les responda a sus necesidades en cada momento y a una disposición álmica abierta y consciente de sí misma. En estos momentos se me ocurre decirte, por ejemplo que mi tratamiento aplicaría perfectamente a trabajadores de la salud (como médicos, psiquiatras, psicólogos, enfermeros, etc), profesores y maestros, quienes también están en contacto permanente con otras personas que a su vez requieren de una atención personalizada; artesanos, artistas y actores, ya que trabajan con su cuerpo como instrumento interpretativo y con sus emociones (y vaya si las desarrollan!); deportistas que desean mejorar su performance y estar más enfocados al instante de desarrollar su deporte; empresarios que deseen revisar o revisionar puntos de vista en la toma de decisiones; amas de casa; padres que acompañan el crecimiento de sus hijos y a veces se olvidan de sí mismos y sus necesidades personales y únicas; niños y adolescentes y funcionarios... sí! ellos también se merecen hacer un alto en ciertas maneras de pensar, en creencias preestablecidas que los llevan a actuar como trombas, según los paradigmas del momento, sin cuestionarse a veces si están o no de acuerdo con las decisiones que toman o si realmente son parte de ellas, en tal caso.
La creatividad es inherente a todo ser humano, no importa su sexo, raza, etnia, formación profesional, clase social, etc, etc y más etc entre todas las etiquetas que se les ocurran.
La creatividad no está circunscripta sólo a lo artístico: anímate a crear, recrear y co-crear tu propia vida.
Te invito a un "recreo" (como en el cole) para airear un poco la cabeza de esas viejas creencias, costumbres y puntos de vistas tan arraigados que no nos dejan ver el bosque.
En resumen, mi propuesta es que desarrollemos y optimicemos juntos lo interno a partir de lo externo o lo externo desde lo interno. Tú eliges el cómo.
La esencia, finalmente, está envuelta por capas y capas de "vibración mental " o, lo que llamamos comúnmente, personalidad, asifixiándola hasta desdibujarse casi por completo. Pero sabes una cosa? los niños no se olvidan de su esencia; están inherentemente conectados a ella. Entonces... VOLVAMOS A SER COMO NIÑOS!!! Si recuerdas lo que de niño querías ser cuando fueras grande, seguramente es eso lo que tu esencia vino a desarrollar al mundo. Y en cambio, estás detrás de un escritorio, odiando tu trabajo y a tu jefe y llorando amargamente cada domingo por la tarde porque se está aproximando el comienzo de la semana laboral. Lo entiendo y lo sé y te comprendo muy bien, PORQUE YO ESTUVE EN UNA SITUACIÓN SIMILAR ANTES DE DESPERTAR!!!
"Lo esencial es invisible a los ojos"
Antoine de Saint-Exupéry.
Te suena esta maravillosa frase? cuánta belleza dicha de un modo tan humilde como hipnotizante. Nos deja perplejos en su inmensa generosidad. Sepamos acuñarla en nuestros corazones y hacerla carne en nuestros cuerpos para así poder llevar la vida que siempre soñamos tener.
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Saludos cordiales,
Mariel Alabarcez - Terapeuta Zen Shiatsu -
CABA. Argentina