"Cambios hormonales que provocan que la piel sea más grasosa. Pueden estar relacionados con la pubertad, los períodos menstruales, el embarazo, las píldoras anticonceptivas o el estrés.
Cosméticos o productos para el cabello grasosos u oleaginosos.
Ciertos fármacos (como los esteroides, la testosterona, los estrógenos y la fenitoína).
Humedad alta y sudor abundante.
Las investigaciones NO muestran que el chocolate, las nueces y los alimentos grasosos causen acné. Sin embargo, las dietas ricas en azúcares refinados o productos lácteos pueden estar relacionadas con el acné en algunas personas".
Dichas investigaciones son muy variadas, por lo que no es infundado dar un carpetazo a la expresión "el chocolate produce acné", y sentencias similares.
El acné tiene un componente hereditario, pero no es definitivo para su aparición. En el artículo que señalamos arriba, se indica una serie de cuidados para su tratamiento, pero nuestro objetivo en esta entrada es aclarar que hasta la fecha no hay una relación directa entre el consumo de algunos alimentos y el acné.
La dieta no tiene ningún impacto sobre el acné, según la Academia Americana de Dermatología. De otra parte, las indicaciones del dermatólogo en relación con los alimentos, serán aplicadas para el paciente en concreto, y no como consejo para la población en general.