Entre los múltiples productos cosméticos naturales a la venta, siempre se suele encontrar el aceite de árnica. Es utilizado tanto por personas que quieren cuidar su piel y su aspecto como por apasionados del deporte. Para saber más sobre este aceite de árnica, solo tienes que continuar leyendo.
¿Qué es árnica?
La palabra árnica se refiere a un conjunto de unas 30 especies de plantas de la familia de las asteráceas, las cuales son de tipo perenne y herbáceas. Las plantas de tipo árnica son frecuentes en la zona europea y asiática, no necesitando grandes cuidados para su crecimiento.Hay varias especies de árnica, pero la más famosa es la árnica de montaña. Esta planta crece en las montañas, en regiones a unos 1000 metros sobre el nivel del mar. Cuanto mayor es su altura, más aromáticas son sus flores. De ellos se produce el aceite de árnica aromático.
En todas estas plantas que forman el grupo del árnica, los aceites esenciales que contienen es una de sus principales características. Este aceite esencial se extrae a partir de sus semillas, las cuales aparecen con un color amarillento durante su crecimiento.
Entre los componentes del aceite generado se encuentra el timol en grandes proporciones, junto con ácidos grasos como el linoleico o el palmítico. Además, incorpora helanina, componente que aporta propiedades frente a la inflamación.
Propiedades y beneficios de árnica y su aceite
El aceite de árnica tiene propiedades que lo hacen útil en múltiples situaciones, de él se sabe que es analgésico y antiinflamatorio. Por éstas y otras características, el árnica se usa para:Golpes y contusiones de intensidad. Se utilizan las propiedades del aceite de árnica en gel para disminuir la inflamación causada por el traumatismo. También se puede usar sobre lesiones como esguinces o luxaciones para calmar su hinchazón.
Protección cutánea en zonas de quemaduras provocadas por el sol o el fuego. Tiene un efecto relajante que atenuará el dolor y mejorará el aspecto de dichas quemaduras.
Picaduras de todo tipo de insectos, pudiendo reducir los picores y disminuir el tamaño del abultamiento causado por la picadura.
Reducción del tamaño de las estrías. Éstas temidas líneas se pueden ver reducidas si se aplican con asiduidad pequeños masajes sobre la zona con aceite o gel de árnica.
Para el cabello, también es posible utilizar pequeñas dosis de aceite de árnica. En la actualidad, algunos champús ya lo incorporan entre sus componentes. Su uso consigue un cabello mucho más luminoso e hidratado.
Relajación de la musculatura, siendo realmente útil en contracturas y zonas de sobrecarga muscular. Consigue que los músculos estén mucho más relajados y además se beneficiarán del efecto antiinflamatorio.
Modera y suaviza las líneas de expresión del rostro. Es posible aplicarlo en productos cosméticos sobre la piel de la cara para conseguir reducir la intensidad de las arrugas que aparecen en ella. A su misma vez, ayudará a reducir las manchas que pudieran aparecer por acné o eczemas en el rostro.
Aceite de arníca no tiene grandes contraindicaciones más allá de que existe la posibilidad de que haya alergia a helanina, el componente que más frecuentemente pudiera desarrollarlo. Por otro lado, aunque cuenta con un olor característico y agradable para muchos, no se recomienda usar en aromaterapia porque su intensidad es demasiado elevada y puede llegar a ser tóxico si se inhalase.
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