A qué se debe el flujo blanco sin olor
Se trata de un proceso en el organismo de la mujer que aparece en la adolescencia, como signo de la pubertad, un año antes de la menarquia, y se manifiesta con una secreción blanca inofensiva, es decir, un flujo blanco sin olor. Esta secreción es especialmente visible en la ropa interior, con rastros blanquecinos o traslúcidos. A partir de ese momento, este proceso acompañará a la mujer durante toda su vida.
Esta reacción se debe al aumento de las hormonas sexuales producidas por los ovarios. En esta etapa, el flujo vaginal puede ser abundante, ya que el cuerpo reacciona fuertemente a las hormonas.
El flujo blanco es denominado, en lenguaje científico, leucorrea. Cuando comienza un ciclo, su apariencia se asemeja a un líquido gelatinoso transparente muy similar a la clara de huevo. No tiene olor característico. Al final del ciclo, este flujo blanco sufre un cambio, se vuelve más concentrado y toma un color amarillo muy sutil.
¿Cuándo debes preocuparte?
Tu vagina realizará estas descargas de flujo blanco sin olor, lo que se entiende por un proceso normal del organismo. De hecho, debes saber que el flujo blanco es señal de una buena higiene genital.
La aparición en los cambios del flujo blanco, pueden ocurrir por varios motivos, especialmente por la aparición de hongos. En estos casos el olor es el mejor indicativo. Normalmente, el flujo blanco tiene un olor neutro que no es desagradable, pero cando hay presencia de un hongo, el flujo dispensa un olor fuerte y desagradable, acompañado de irritación y ardor en la vagina, lo cual provoca mucha incomodidad. En este caso, sí debes preocuparte y acudir a tu ginecólogo para descartar la causa del cambio del flujo y ayudarte a recuperar su condición natural. Más; Infecciones vaginales.
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