¿Tienes los dientes torcidos o mal alineados? ¿Molestias al masticar? ¿Una mala mordida? Estos y otros problemas pueden ser fácilmente solucionados con una ortodoncia. Se trata de un proceso largo y algo caro, pero tras unos meses de tratamiento podrás lucir una sonrisa sana y casi perfecta.
¿Cómo sé si necesito una ortodoncia?
Solo tu dentista y ortodoncista sabrá con exactitud si necesitas someterte a un tratamiento ortodóntico. Para determinar si te hace falta seguir todo este proceso de ortodoncia, realizarán un examen bucal exhaustivo en el que tendrán en cuenta tu historia clínica, fabricarán modelos de yeso de tus dientes, tomarán fotografías y radiografías para saber exactamente cuál es la posición de tus dientes y su estado de salud.
Sin embargo, si tienes algunos de estos problemas dentales lo más probable es que necesites llevar ortodoncia durante algún tiempo:
- Sobremordida: las coronas de los dientes superiores cubren a los inferiores.
- Submordida: los dientes inferiores sobresalen excesivamente hacia delante.
- Mordida cruzada y/o abierta: los dientes superiores no caen con normalidad encima de la mandíbula inferior y da la sensación de que tenemos la boca torcida al masticar.
- Los dientes están demasiado separados entre sí (espaciamiento) o demasiado juntos (apiñamiento).
Para tratar todos estos problemas existen varios tipos de aparatos, tanto fijos como movibles, que mueven los dientes, entrenan los músculos de la boca y modifican el crecimiento y el estado de la mandíbula. Además, todos estos aparatos han evolucionado y son cada vez menos visibles. Existen, por ejemplo, brackets hechos de zafiro, de color transparente, que son prácticamente invisibles y no se manchan con las comidas. Además, también cabe la posibilidad de someterse a una ortodoncia invisible o lingual, consistentes en una férula transparente o en brackets situados en la cara interna de los dientes respectivamente.
Fases del tratamiento
La duración del tratamiento dependerá de la gravedad del problema pero podrá durar varios meses o incluso años. Sin embargo, independiente del tiempo que tengamos que llevar el aparato, todos los pacientes se someterán a varias fases. Una fase previa, en la que se realiza un profundo estudio de la salud bucodental del paciente; y otra fase activa, en la que se pone en práctica el tratamiento en sí.
A lo largo de la fase activa el paciente pasará por varios estados:
1. Alinear y nivelar los dientes: durante los primeros 6-8 meses de la ortodoncia, se tratarán de corregir la nivelación y el apiñamiento de los dientes.
2. Corrección de la mordida y de los morales: en este periodo se corrige la oclusión y se trata de poner los dientes en su posición correcta. A veces es necesario utilizar gomas o elásticos para que la fuerza sea mayor.
3. Cierre de los espacios (diastemas) que han podido crearse entre los dientes debido a su correcta posición.
4. Últimos acabados. Con los dientes ya alineados, a veces es necesario igualar las raíces, hacer pequeñas rotaciones de piezas individualmente y realizar el último asentamiento de los mismos.
5. Retirada de los brackets. Cuando se considera que todos los dientes están perfectos y donde deberían estar, se procede a la retirada de la ortodoncia.
6. Retenedores. Para asegurarnos de que nuestra dentadura no volverá a descolocarse y se mantendrá tal y como hemos planeado, es necesario el uso de retenedores una vez que los brackets han sido retirados. Lo conseguiremos gracias a unos retenedores fijos que se colocan en la parte interior de los dientes y unas fundas transparentes que deberemos usar por las noches, mientras dormimos.
Recuerda que es tan importante cuidar de tu boca como lo es seguir una dieta sana y hacer deporte para ganarle la guerra al sedentarismo. No dejes de visitar al dentista a menudo y consúltale cualquier duda, seguro que estará más que dispuesto a ayudarte.
Este artículo ha sido escrito por Rosario García, creadora de contenidos en una agencia digital en un proyecto para un proveedor de ortodoncia en Donostia.