La vaginosis bacteriana
La vaginosis bacteriana (VB) suena como una gran expresión de miedo, pero en realidad es muy común. De hecho, es la causa más común del mal olor vaginal. Cada vagina posee muchas bacterias que se desarrollan naturalmente, pero cuando estas experimentan un crecimiento excesivo, aparece la VB. La mayoría de las mujeres en sus años reproductivos experimentan al menos una vez esta condición. Se dice que las relaciones sexuales sin protección y las duchas vaginales frecuentes nos pueden poner en un riesgo mayor. Otros síntomas de la VB incluyen picazón, dolor y secreción.
Algunos casos se solucionan por su cuenta, pero los expertos recomiendan que todas las mujeres con síntomas de VB visiten a su médico para recibir tratamiento y evitar complicaciones, poco frecuentes pero graves. El tratamiento para la vaginosis bacteriana es generalmente tan simple como un tratamiento de antibióticos.
La infección por levaduras
Las infecciones por levaduras también son muy comunes e incómodas. Se presentan muy parecido a la vaginosis bacteriana, con la adición de un flujo espeso y blanco. Las infecciones por hongos no requieren de los antibióticos y en su lugar se pueden tratar con uno o tres cursos de anti-hongos vaginales.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Algunas ETS pueden causar olor vaginal fuerte, siendo la clamidia y la gonorrea las más comunes. Ambas enfermedades son frecuentes y fáciles de tratar, pero pueden causar complicaciones graves si no reciben tratamiento. Desafortunadamente, pueden permanecer sin diagnosticar durante mucho tiempo, ya que pueden o no producir síntomas. Los síntomas más comunes de la clamidia y la gonorrea incluyen dolor al orinar y secreción similar al pus, además de un olor desagradable. Consulta a tu médico inmediatamente si experimentas cualquiera de estos síntomas y evita el riesgo mediante el uso de protección durante las relaciones sexuales.
La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
La enfermedad inflamatoria pélvica se produce cuando las bacterias, generalmente de transmisión sexual, viajan a través de la vagina hacia el útero. A menudo es el resultado de la última etapa de una ETS diagnosticada, como la clamidia. Esta condición generalmente no se diagnostica hasta que la mujer experimenta dolor crónico o tiene problemas para quedar embarazada, pues es normal no presentar síntomas. Cuando aparecen los síntomas, pueden incluir dolor pélvico, olor, secreción abundante, fiebre, fatiga, dolor durante el coito o al orinar.
La enfermedad inflamatoria pélvica se puede tratar con antibióticos aunque puede dejar tejido cicatricial, lo que tiene efectos duraderos como dolor crónico, infertilidad o embarazos ectópicos.
La falta de higiene femenina
Es posible que la causa de tu olor vaginal sea nada más y nada menos que la falta de higiene. Tenemos un sistema de órganos genitales un poco complejo y no siempre es fácil cuidar de ellos. Asegúrate de mantener una higiene adecuada para contribuir a normalizar tu olor vaginal.
En primer lugar, ten presente que debes lavarte bien todos los días. Las mujeres tienen glándulas sebáceas y sudoríparas en la zona vaginal que, aunque sea totalmente natural, pueden causar olores si no se les atiende. Usa jabones sin perfume porque los aromas fuertes pueden alterar esa área sensible y causar aún más problemas. Asegúrate de lavar de adelante hacia atrás después de defecar y usar ropa interior limpia cada día, incluso si no tienes tiempo para ducharte.