En teatro existe un concepto clarísimo que vincula la proyección energética de un estado emotivo, intelectual o de un rol, con las posturas, patrones respiratorios y rasgos completos de un personaje. El rol y el estado emocional por el que transita Edipo por ejemplo desde el comienzo hasta el final de Edipo Rey es bastante distinto y se representa de distintas maneras.
Para manejar los estados y transitar un patrón emocional todas las noches el actor debe trazar una ruta compuesta por todos estos elementos mencionados. Como dice el dicho “Fake it until you make it” (fíngelo hasta que lo seas), asi el actor debe adoptar la postura, el ritmo y énfasis del personaje para poder entrar en él.
Lo cierto es que estas características que en el teatro se amplifican, son parte de nuestra realidad cotidiana. Cuando estamos estresados tenemos un patrón respiratorio rápido, corto y pectoral. El cuerpo se tensa y entramos en modo de atención al peligro. Cuando estamos relajados, tenemos patrón respiratorio largo, lento y profundo. El cuerpo esta laxo y flexible, el abdomen se distiende como la pancita de un bebe durmiendo. Cuando reímos el cuerpo se expande la respiración es intensa y abdominal. Cuando sollozamos la respiración es densa y resistente. Si imitamos cualquiera de esos patrones respiratorios en poco tiempo empezaremos a adoptar el modo emocional asociado.
Como decía un profesor muy querido que tuve, “el cuerpo es un gran chismoso.” Nuestras emociones, historia e incluso nuestros pensamientos se pueden leer en nuestra postura, respiración, ritmo y forma de movernos.
Nuestras emociones, historia y pensamientos se pueden leer en nuestra postura, respiración y forma de movernos.
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Teniendo esto en cuenta se hace lógico pensar que desde milenios atrás, los grandes sabios observaran estos patrones para poder hacer ese ejercicio tan parecido al del actor al entrar a su rol: imitar la respiración de los distintos estados para lograr el efecto deseado. Por ejemplo: al momento de la relajación, tiene el mismo efecto fisiológico y logra el mismo resultado que si estuviéramos relajados naturalmente. He ahí que aprender con técnicas sencillas el control de la respiración, es extraordinariamente útil al momento de utilizar nuestra energía de manera más efectiva.
Prana y Respiración
Nosotros dependemos de la energía vital, conocida en las tradiciones de India como Prana, y en China como ‘ki’ o ‘chi’. Dependemos del Prana para mantenernos vivos/as y es a través de la respiración que podemos controlar un aspecto esencial de esta energía. Las técnicas de control de la respiración y específicamente de contención de la misma tanto fuera del cuerpo como adentro son conocidas con el vocablo sánscrito ‘Kumbhaka’ o suspensión, que en su versión avanzada y por su extraordinario efecto deben ser dirigidas por un maestro experto en Pranayama (o control del Prana).
Hoy les entregaré cuatro técnicas de respiración para ir aprendiendo a manejar esta herramienta y así definir cómo queremos distribuir nuestra energía en el día a día. Para estar activa/o, para relajarte, para equilibrarte, para tener mayor claridad.
1 Para estar Más Activa/o: fosa nasal derecha, estimulación de Pingala.
La fosa nasal derecha activa el hemisferio derecho del cerebro y el canal energético conocido como Pingala. Éste es el encargado de controlar los aspectos solar, masculino y activo de nuestra energía. Activar este canal nos permite estar más atentos, focalizados y energéticos. Es ideal para cuando necesitamos realizar tareas que requieran gran cantidad de energía y foco.
Activación:
1. Una de las formas más rápidas es recostarte sobre tu lado izquierdo. En menos de 5 minutos, la fosa nasal derecha se activa.
2. Puedes tapar la fosa nasal izquierda y respirar por la fosa nasal derecha por minimo 3 minutos.
2 Para estar más relajada/o: Fosa nasal izquierda, estimulación de Ida.
La fosa nasal izquierda activa el hemisferio derecho del cerebro y el canal energético conocido como Ida. Es es el responsable de controlar los aspectos lunar, femenino y pasivo o contemplativo de nuestra energía. Activar este canal nos permite estar más relajadas/os, receptivos y tranquilos. Es ideal para cuando necesitamos bajar las revoluciones, calmarnos y relajarnos.
Nota: Cuando vamos a dormir es recomendable recostarnos sobre el lado derecho de nuestro cuerpo. Esto permite que en menos de cinco minutos se active Ida y nuestro sistema se prepare para la relajación. También es recomendable porque de esa manera protejemos al corazón de una presión innecesaria.
Activación:
Igual que en el caso anterior, recostándote sobre el lado contrario de la fosa que quieres activar (en este caso el lado izquierdo), activa rápidamente el canal energético.
Tapándo la fosa nasal derecha y respirando largo y profundo por la izquierda producirá el mismo efecto.
3 Equilibrio: Respiración alternada y limpieza de los canales energéticos.
Hemos hablado de Ida y Pingala. El tercer canal energético más importante del cuerpo es Shushuma o canal central. Este solo se activa si ambos, Ida y Pingala están limpios, activos y equilibrados. Lo normal es que no lo estén. Solo hay un momento del día en que este canal se activa por si solo: La hora ambrosial, Bhrama Akaal o también conocido como Amrit Vela: entre dos a 3 horas antes del amanecer*. El ejercicio más esencial para lograr el equilibrio de los hemisferios cerebrales y la activación de los canales energéticos es Nadi Shudi o respiración alternada de las fosas nasales.
Activación:
Encuentra las indicaciones aquí.
4 Claridad: Respiración de la Vida, Expansión y calma controladas.
la frecuencias de nuestros pensamientos esta en directa relación con nuestro ritmo respiratorio. La ansiedad mucho tiene que ver con la velocidad con la que inhalamos y exhalamos. Si nuestra mente esta llena de pensamientos, entonces es difícil concentrarse y tener claridad. Por lo tanto lograr ir desarrollando la habilidad y el hábito de una respiración controlada y tranquila es un enorme avance hacia una vida más relajada y efectiva.
Activación:
La respiración de la vida es una técnica que tiene el siguiente patrón 1:1:1. Por ejemplo, inhalamos en 10 segundos, sostenemos el aire adentro por 10 segundos y exhalamos en 10 segundos. El ideal es llegar a hacer una respiración por minuto (20:20:20). Ve construyendo tu capacidad lentamente. Con estas técnicas siempre es más importante lograr sostener el ejercicio en el tiempo que hacer alargar los minutos. Construye la práctica con respeto de tu cuerpo, siempre y no te sobre extiendas, pues puede ser peligroso.
Precaución:
La exhalación siempre debe ser lenta y controlada, igual que la inhalación. Si haciendo el ejercicio llegas al punto en el que sientes que debes tomar o botar el aire de manera violenta, es mejor que detengas el ejercicio, tomes unas tres respiraciones normales y continúes después.
Atención:
Las retenciones de aire son peligrosas para personas que tengan alguna dificultad cardíaca o condición especial como:
Hipertensión arterial
Embarazo o menstruación
Problemas en los órganos abdominales
Problemas pulmonares declarados.
En este caso por favor practica otras practicas como Nadi Shudi por ejemplo y derechamente consulta a tu médico.
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