Como ya explicaba en este artículo, el podio de los triunfadores es el lugar donde descubrirás las semillas que has dejado en tu camino y el fruto que han dado.
Aquí te dejo los pasos que debes dar para conseguirlo:
Plantéate y pregúntate para qué has venido a este mundo. ¿Cuántos años tengo, qué he hecho hasta hoy y qué puedo hacer desde hoy?
Deja de decir "tengo que" y hazlo. Solo empezando se consigue llegar a la meta, conseguir tu objetivo, lograr tu propósito. Comprométete con un día y una hora, y cúmplelo.
Vive tu día intensamente y con felicidad, tengas lo que tengas. Siempre tendrás más que muchos. Si te dan un limón haz limonada. Si ves solo noticias tristes, piensa en los millones de noticias alegres que nadie comenta y que además están muy cerca de ti.
Acostúmbrate a dar antes que recibir. Da de lo que te duele, no de lo que te sobra. De ese tiempo que tienes para ese amigo pesado o para alguien con el que no te encuentras a gusto. Tienes que romperte por dentro y decir, me voy a dar yo (Freddy Ginebra).
Aprende a perdonar porque si no estarás condenado a la infelicidad toda tu vida. Solo perdonando recuperarás aquello maravilloso que te unía a esa persona o a ti mismo y lo que se esconde en tu interior.
Cada mañana es una nueva oportunidad para vivir de nuevo. Son 1440 minutos que no debes perder porque no se recuperarán. Saca lo mejor de ti de cada uno de esos minutos y descubre lo mejor de cada persona.
Descubre las cosas maravillosas de la vida. Las virtudes de la gente, la sonrisa de los niños, las noticias alegres y positivas. Descubre el lado hermoso de todo lo que llegue a ti.
Deja tus miedos y aprende a vivir. Vence los miedos y sé valiente. ¡Enfréntate a la vida! Solo así vencerás. La vida está llena de decisiones que están esperando tu valentía y tu confianza. ( Puedes descubrirlo en mi libro, "Cierra el paraguas y mójate")
Procura sacar la mejor versión de ti mismo todos los días. Si hay una versión mala y una versión buena, ¿te imaginas lo que puedes lograr, aportar o compartir con tu versión buena?
Vive el presente y deja el futuro. Pensar en el futuro, frena tu presente. Todo lo que pase siempre va a depender de lo que hagas en este momento, por eso debes centrarte en él.
Saca sobresalientes en todo lo que hagas. Nada de suficientes y aprobados. En tu trabajo, con tus amigos, con tu familia, con tus compañeros, con la gente que te cruces, siempre sobresaliente. Ser mediocre te lleva a la mediocridad.
Preocúpate por las personas y escúchalas. Descubre lo que esconden las personas en su interior. La gente necesita ser escuchada, entendida, que alguien comprenda sus inquietudes, que viva de cerca sus alegrías.
No dejes que nadie se acerque a ti sin que al irse se sienta mejor y más feliz. Sabes que esta frase de la Madre Teresa de Calcuta la repito en muchos de mis artículos. ¿No crees que si la pusiéramos en práctica con cada persona que nos cruzamos, el mundo sería maravilloso?
Levántate y sonríe. Cuando uno regala sonrisas, recibe sonrisas. Ya ves cada día demasiada apatía en la calle, en el autobús, en el trabajo... Procura practicar la sonrisa y el contagio procurará una mayor felicidad a todos.
Sé agradecido. Puede que seas merecedor de todo lo que recibes o de todo lo que hace la gente por ti, pero el agradecimiento es una muestra de reconocimiento para quien nos hace florecer nuestra alma y ser más felices.
Utiliza tus dones. No desconfíes de tus cualidades y capacidades y pon tus dones a trabajar para conseguir cualquiera de tus objetivos. Comparte tus dones con los demás y transmite tus conocimientos para hacer crecer a todo aquel que se acerque a ti.
No te olvides de dejar huella allá donde vayas. Recuerda que cuantas más semillas plantes, más frutos nacerán.
Deja que lo importante sea siempre lo más importante. No dejes que el tiempo, el trabajo, la diversión o el egoísmo te aparte de lo más importante pensando que siempre lo tienes ahí, porque llegará un día que te darás cuenta que lo perdiste y será tarde para recuperarlo.
Procura trabajar en aquello que sea tu sueño. Serás feliz transmitiendo alegría a tu alrededor y te permitirá crecer y hacer crecer.
Si tienes un equipo a tu cargo ya sea como padre, maestro, líder, entrenador..., no olvides nunca motivar, ilusionar y engrandecer a las personas. Les guiarás hacia un mejor rendimiento con una mayor satisfacción personal.
Piensa siempre en las semillas que quieres plantar en tu huerto y los frutos que deseas obtener. Piensa en las semillas que quieres dejar en tu vida para que el mundo sea mejor. Recuerda que la felicidad no es un lugar donde se tiene que llegar, sino un lugar en el que debes habitar.
Aprende a ser sencillo y humilde. La humildad abre las puertas que el orgullo cierra. El gran poder de la humildad es una gran virtud del ser humano —contraria a la soberbia—, para reconocer las propias debilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas en las relaciones con los demás, poniendo lo mejor de uno mismo y sacando los mejores valores de quien tienes enfrente.
Muchas veces para llegar hay que perder. No tengas miedo a los errores y fracasos porque son los que te harán aprender y encontrar el camino adecuado.
La vida es cuestión de actitud y perspectiva. No te enfoques en lo que no tienes, busca cuáles son tus fortalezas y poténcialas.
Defiende los valores humanos. Los valores son los que dan sentido a tu vida, los que demuestran la clase de persona que eres y lo que influyen en tu comportamiento ante los hechos y las diferentes situaciones ante las que te vas a enfrentar.
Ten fe y confianza. Tienes dones y capacidades para conseguir cualquier objetivo. Confía y transmite esa misma confianza a los demás para poner pasión, ilusión y entusiasmo en cualquier proyecto.
No te olvides de escribir en el libro de tu vida, la mejor historia.
Y si no tienes un Dios, invéntatelo. Aunque no creas, busca ese Dios que está dentro de ti y déjalo salir (Freddy Ginebra).
Muchas gracias por estar aquí y compartirlo.
"Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"