Que os voy a contar, en internet hay para todos los gustos, todos avalados por sus argumentos indiscutibles.
Pero vamos a analizar como se extiende un rumor a partir de las tradiciones antiguas, y principalmente en este caso, de los Mayas, los cuales básicamente predijeron de un modo extraordinario los ciclos astronómicos. Los Mayas , parece ser, predijeron un fin de un larguísimo ciclo artronómico, y el inicio de un nuevo ciclo. Ni más ni menos.
Esto ha generado infinitas especulaciones sobre el fin del mundo a partir de interpretaciones pseudocientíficas o directamente interpretaciones subjetivas sobre lo que esto significa para nosotros. Internet, como una gran caja de resonancia, extiende la información y ésta viaja de web en web donde cada uno añade o resta lo que le parece. Internet ya ha demostrado su eficacia extendiendo todo tipo de teorías conspirativas, apocalípticas, etc. Cuanto más webs dicen lo mismo más verdad parece...
Está claro que vivimos en un mundo que cada vez cambia más rápido, por lo tanto estamos iniciando algo nuevo cada día, a cada instante. Lo que antaño tardaba siglos en evolucionar, ahora lo hace en períodos cada vez más cortos. Sin duda estamos ante una nueva era CADA DÍA.
Es fácil ser interpretativos con lo que ocurre a nuestro alrededor, sobretodo en un momento donde las noticias son globales y nos enteramos al instante de un volcán, un terremoto o los cambios sociales en cualquier parte del mundo. En nuestro mapa mental, hay muchas más noticias que en otros tiempos ( y recordemos que lo bueno no es nunca noticia), porque somos muchos más habitantes y lo que nos ocurre da la vuelta al mundo en un instante. Es tan fácil creer que estamos en un escenario apocalíptico. Mucha gente vive con ansiedad ese tsunami informativo que nos inunda.
No obstante, si una masa crítica cree firmemente que empieza un nuevo ciclo, ¿eso hará que empiece un nuevo ciclo? Creo que la respuesta es que sí. Cuando hubo suficiente gente que creyeron posible la Revolución Francesa, hubo revolución y fué un éxito.
Así que puestos a creer en algo ¿porqué no creer que estamos ante una nueva era de llena de posibilidades de mejora? Al fin y al cabo nuestras creencias afectarán al resultado.
Mi opinión es que cada nuevo día es una oportunidad de cambio y que si creemos que los cambios pueden ser positivos, eso generará cambios en positivo. Así que en lugar de estresarse por profecías y supersticiones varias, mejor prepararse para hacer cambios positivo individuales en nuestra vida, en nuestro ser. Esta es mi receta para "prepararse para el futuro":
-dar un espacio a nuestra creatividad ( escribe, dibuja, pinta, toca música, diseña...)
-aprender algo nuevo. completamente distinto a lo que solemos hacer
-hacer alguna acción positiva más que benefice a alguien
-tomarse el tiempo para cuidar de uno mismo física y espiritualmente
-poner arte en nuestra vida ( leer, escuchar música, ver exposiciones...)
-hacer algo que creíamos que no podríamos hacer
-dejarse ayudar y estar dispuesto a ayudar
-buscar buenos maestros que nos ayuden a crecer en cualquier ámbito
-involucrarse profundamente en nuestra propia vida y asumir nuestra responsabilidad
-estrechar lazos con la naturaleza ( reciclar, salir al campo, plantar un árbol...)
-cultivar nuestra espiritualidad
-busca la impecabilidad en tus actos y tus palabras ( hacer cada acción como si fuera la última)
-respeta a los demás y ocúpate de ti mismo.
-proporciónate momentos de placer y alegría cada día.
-mira a los demás a los ojos y ve la persona que hay en ellos
-ponte por un momento en la piel del otro antes de discutir
-dedica cada día de la semana a un propósito de mejora personal: por ejemplo lunes "no criticar", martes "no juzgar", miércoles "no justificarse", jueves "no quejarte", viernes no pensar "no puedo o es imposible", sábado "no condenar a nada ni a nadie", domingo "vivir en presente cada momento"
Es interesante cuando aceptamos una disciplina de este tipo el autoconocimiento que adquirimos sobre la cantidad de juicios, condenas, críticas, etc que asaltan nuestra mente cada día.
No hace falta recluirse en un monasterio budista para crecer como personas, basta con tener un propósito firme y eso si, mucha disciplina y quizás adquirir los recursos necesarios para hacerlo posible de manos de otras personas que ya esten en ese camino antes que nosotros. Crecimiento personal no significa hacerlo sin ayuda, pero sí significa hacerlo uno mismo.
Si después de todo se acaba el mundo, al menos estaremos muy bién con nosotros mismos y con los demás y si no se acaba, mejor aún ¿o no?
Jordi Reviriego.