Sin duda uno de las acciones más vitales para que la piel esté lista para recibir los beneficios de la hidratación y la nutrición es la exfoliación, pero es que además de cara a esta temporada de verano donde queremos lucir un tono de piel bonito, bronceado y saludable, la exfoliación cobra especial relevancia. Si lo piensas tiene todo el sentido.
Exfoliar quiere decir literalmente deshojar, quitar hojas, en este caso capas. Así, lo que hacemos con la exfoliación es quitar capas de células muertas.
La piel en su proceso de renovación natural va depositando esas células muertas en la superficie exterior para que sean eliminadas. No podemos lucir una piel nutrida si no ponemos atención a la exfoliación.
Es imprescindible usar exfoliante con regularidad a partir de los 30 años, aproximadamente cada 7 o 10 días, ya que estimula el rejuvenecimiento facial.
Te contamos todos sus beneficios en el siguiente vídeo.
Existen 4 tipos de exfoliantes y cada uno actúa según sus propiedades y componentes minerales y para cada tipo de piel.
Exfoliantes mecánicos o scrubs: Son mascarillas con un gránulo pequeño que suelen estar compuestos por sal marina que se combina con aceites esenciales.
Exfoliantes enzimáticos: Son exfoliantes tipo mascarillas y cremas, no contienen gránulos, por lo tanto su textura es muy suave. Su objetivo es hidratar la piel, por lo que lo hace un producto excelente para pieles sensibles.
Exfoliantes químicos: Este tipo de exfoliante suele ser un poco agresivo por los productos químicos que se utilizan. Están indicadas para pieles más envejecidas y descamadas que necesitan una acción más potente para eliminar las células muertas. Su contenido es rico en ácidos (frutales, lácticos, cítricos, hidroxiácidos, salicílico, fenol, ácido retinoico y vitamina A). Este producto se puede usar como tratamiento antiarrugas ya que actúa eliminando las capas más superficiales del rostro. La peor parte es que produce hipersensibilidad solar. Recomendamos la supervisión de un especialista o dermatólogo para aplicar este exfoliante.
Gommage: Su textura es granulosa. Este producto arrastra las células muertas de la superficie de la piel. Es un poco pegajoso, por lo que al eliminarse arrastra todas las impurezas. Generalmente contienen minerales que friccionan y al masajear levanten las células muertas y las retiran de la epidermis. Su aplicación se hace siempre sobre la piel húmeda.
Pon en marcha este nuevo hábito saludable y tu piel te lo agradecerá.
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El post es original de Comienzo hoy, escuela de vida.