Cambiar los ejercicios que hacemos o su intensidad no solo nos van a ayudar a seguir progresando, también nos van no aburrirnos de nuestros entrenamientos.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que todos somos diferentes y entrenamos de forma diferente. Por eso cada uno de nosotros tenemos nuestros “propios tiempos” para adaptarnos a nuestras rutinas de ejercicio.
El ritmo de cada persona es distinto así que no se puede dar una fecha exacta para cambiar la rutina. Mientras que algunos se adaptan rápidamente a sus nuevos entrenamientos a otros les cuesta más tiempo.
Otro punto a tener en cuanta a la hora de cambiar nuestra rutina de entrenamiento es el objetivo que queremos conseguir con ella. Por ejemplo, si lo que buscamos es crecer muscularmente hablando tenemos que cambiar nuestra rutina más a menudo que si lo que queremos es mejorar nuestro estado de forma física o adelgazar.
¿Existe un tiempo medio recomendado para cambiar la rutina?
Aunque como he dicho antes cada cuerpo es diferente y necesita unos tiempos diferentes. Como norma general, se recomienda cambiar la rutina de ejercicio aproximadamente entre las 4 semanas y las 8 semanas.
Si cambias tu rutina de entrenamiento antes de las 4 semanas probablemente no habrá pasado el tiempo suficiente como para haber ver avances. Después de las 8 semanas tu cuerpo se habrá acostumbrado a él y te resultará muy fácil.
Si tu entrenamiento no te supone un gran esfuerzo, al haber menos sacrificio, quemas menos calorías y trabajas menos los músculos, con lo que el entrenamiento no habrá sido efectivo.
¿Cómo sé si es el momento de cambiar mi rutina de entrenamiento?
Cuando llevas un tiempo con el mismo peso y te encuentras cómodo con él.
Si sientes que tus músculos sólo se cansan en la última serie.
Si puedes hacer más de 15 repeticiones de un ejercicio “sin despeinarte”.
¿Qué tenemos que tener en cuenta para cambiar nuestra rutina de entrenamiento?
El objetivo de cambiar las rutinas de entrenamiento es seguir progresando y no estancarnos. Para que tu rutina sea eficaz tienes que notar la tensión y la intensidad durante el entrenamiento.
Siempre tenemos que intentar retar a nuestros músculos. Cada nueva rutina va a incluir nuevos ejercicios que pongan a prueba cada grupo muscular.
Para poder cambiar de tabla de entrenamiento es necesario que hayamos “podido” con la anterior, conozcamos bien la técnica de los ejercicios que teníamos y hayamos podido ir aumentando progresivamente las cargas (si es que hacíamos ejercicios con pesos).
Puedes cambiar tu rutina de mil maneras, con cambios de ejercicios, series, pesos, tipo de rutina… ¡Pero te tiene que suponer esfuerzo!
Fuente: este post proviene de Operación Bikini, donde puedes consultar el contenido original.
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