En la actualidad, alrededor de un 20% de los españoles padece de forma crónica alguno de los 88 tipos de trastorno del sueño reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Especialmente es muy común escuchar sobre problemas de insomnio en mujeres embarazadas.
Lejos del escaso valor que socialmente se le presupone como estado de letargo y reposo, y con motivo del Día Mundial del Sueño, os queremos recordar que las alteraciones de sueño pueden acarrear un importante deterioro de la calidad de vida, la aparición de enfermedad cardiovascular o de trastornos psiquiátricos y el envejecimiento neuronal, además de un alto índice de siniestralidad. Por esas causas, hay que prestarle atención especial cuando se crea un insomnio en mujeres embarazadas, ya que no es muy bueno.
Los cambios físicos y hormonales, la mayor prevalencia de ansiedad y depresión o una mayor exposición a la ferropenia (falta de hierro) hacen de la mujer un blanco especialmente fácil para los trastornos de sueño. “En general, la mujer tiene más propensión a desarrollar un trastorno de sueño”, afirma el Dr. Francisco Campos, miembro de la Sociedad Española de Sueño (SES), “de hecho, aunque el insomnio es el trastorno más frecuente entre la población general, entre las mujeres se da el doble de prevalencia que en los hombres”. Especialmente, el insomnio en mujeres embarazadas es mucho más común que en mujeres que no lo están.
El embarazo es uno de los periodos de la vida de la mujer en el que los trastornos de sueño se acentúan notablemente, en gran parte causados por cambios fisiológicos como la distensión abdominal, los movimientos fetales, la astenia, la lumbalgia, el aumento de la frecuencia miccional o los vómitos, que aumentan los despertares nocturnos y reducen la eficacia del sueño. De hecho, hasta el 70% de las mujeres embarazadas tiene algún trastorno o dificultad en el sueño, fundamentalmente insomnio o somnolencia excesiva.
En el tercer trimestre de gestación, tanto los cambios físicos como hormonales son mayores, por lo que los trastornos del sueño también se agudizan. Los despertares son más frecuentes y el sueño es más superficial, al tiempo que el aumento de estrógenos reduce la duración del sueño REM. Algunos de estos cambios hormonales asociados al aumento del volumen abdominal favorecen el ronquido, que puede ocurrir entre el 14-27% de mujeres durante el tercer trimestre del embarazo, en comparación con el 4% que presentan mujeres no embarazadas de similar edad. El síndrome de piernas inquietas (SIP) es otro de los trastornos asociados al embarazo, especialmente en el último tramo de gestación, ya que se relaciona con la reducción de los niveles de folatos o hierro.
Sin embargo, estos cambios fisiológicos son transitorios y están ligados a las variaciones hormonales propias del proceso gestacional: “si bien parece que la calidad del sueño se mantiene alterada en el postparto inmediato, probablemente por los cambios hormonales y la preocupación por el recién nacido, la calidad del sueño se restaura durante el año posterior al parto”, tranquiliza el miembro de la SES.
¿Sufriste o estás sufriendo algún trastorno de sueño durante tu embarazo?
Imágenes: primera, Luiz Alcides/Flickr; segunda, Sarah G.../Flickr.