10 errores que realizamos frente al estrés
1. No escuchar los primeros síntomas de estrés es uno de los principales errores. Actuar como si no pasara nada. Esto conduce al problema de que el malestar se agudice de forma notable.
2. Considerar el estrés como algo normal e inevitable en el estilo de vida moderno. En realidad, más allá de la inercia de la sociedad actual, tú también eres libre para gestionar tu agenda.
3. Creer que cualquier tipo de estrés es negativo cuando también existen sentimientos positivos como el eustrés, es decir, un nerviosismo que está en relación con aquella situación que lo produce. El nerviosismo desaparece precisamente, cuando termina esta tarea.
4. Pretender reducir el estrés a cero es un error habitual cuando en realidad, el estrés también es adaptativo. Es decir, es una respuesta del organismo a los cambios de una nueva situación.
5. Vivir para trabajar en lugar de trabajar para vivir. Cuando se invierten los valores de una vida correcta, también se produce insatisfacción y sufrimiento. Existen etapas en las que el trabajo roba por completo espacio al ocio. Cuando esto se convierte en una costumbre, algo que ocurre especialmente a quienes sufren el síndrome de adicción al trabajo o son autónomos, entonces, también es posible experimentar el sabor amargo de un malestar crónico.
6. No delegar. Creer que nadie puede hacer las cosas tan bien como uno mismo. Esto ocurre, especialmente, en el caso de aquellas personas que sufren el síndrome del perfeccionismo. Gente que se exige en exceso a sí misma.
7. Descuidar la alimentación en una etapa de estrés solo logra agravar el problema ya que la alimentación es medicina para el cuerpo. Una forma de reponer energía. Sin embargo, el estrés nos lleva al efecto contrario de comer cualquier cosa de forma rápida para continuar trabajando.
8. No pedir ayuda profesional puede ser otro error habitual. Por ejemplo, si sufres estrés habitual puedes hablar con tu médico. Él te orientará sobre la posibilidad de recibir ayuda psicológica o puede recomendarte un cambio de hábitos o la toma de alguna infusión natural para relajarte.
9. Uno de los errores más habituales es creer que por vivir más estresados somos más productivos y trabajamos más y mejor. En realidad, no por preocuparte más de algo vas a solucionarlo antes. El estrés produce un cansancio y un agotamiento que es mejor desterrar.
10. No saber parar la cadena de obligaciones. Sentirte mal y aún así, continuar con una carga de tarea que te desborda y te aplasta. Olvidarte de que tú eres más importante que cualquier proyecto.
El estrés es un factor más de la vida. Y estos diez errores habituales que puedes evitar a partir de ahora muestran la vulnerabilidad que todo ser humano puede experimentar ante este sufrimiento emocional. Tú eres más que el estrés. Pero la responsabilidad de tu propio cuidado depende principalmente de ti mismo.
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