Imagen ©Freepik
Ubicación y función del psoas.
El psoas mayor, conocido simplemente como psoas, se encuentra en la región lumbar de la columna vertebral. Se origina en las vértebras lumbares y se extiende hacia abajo, pasando por el interior de la pelvis, hasta insertarse en el fémur. Es uno de los músculos principales implicados en la flexión de la cadera, lo que nos permite levantar las piernas hacia el torso y realizar movimientos como caminar, correr o subir escaleras. Además de la flexión de la cadera, el psoas también desempeña un papel importante en la estabilización de la columna vertebral lumbar.
La Importancia de la movilidad del psoas.
La movilidad del psoas es crucial para un funcionamiento saludable del cuerpo. Un psoas flexible y fuerte nos permite realizar movimientos cotidianos con facilidad y eficiencia. Desde caminar y correr hasta levantar objetos, este músculo juega un papel fundamental en nuestra movilidad básica. Una falta de movilidad en el psoas puede limitar nuestra capacidad para realizar estas actividades, causando molestias o dificultades en nuestros movimientos diarios.
Además, la movilidad de “el músculo del alma” contribuye a mantener una buena postura y una adecuada alineación corporal. Cuando el psoas está tenso o acortado, puede tirar de la columna lumbar hacia adelante, lo que resulta en una inclinación anterior de la pelvis. Esto puede llevar a una mala postura, como una excesiva curvatura lumbar o una posición encorvada. Mantener una movilidad adecuada en el psoas ayuda a mantener una postura equilibrada, reducir el estrés en la columna vertebral y prevenir posibles problemas posturales.
La consciencia corporal y el psoas.
Desarrollar una mayor consciencia corporal es fundamental para identificar las señales que el psoas nos envía. El psoas puede manifestar tensión, rigidez o debilidad, especialmente cuando estamos bajo estrés o llevamos una vida sedentaria. Al cultivar una mayor consciencia corporal, podemos reconocer estas señales y tomar medidas para cuidar y mantener la salud del psoas.
El nombre "músculo del alma" se atribuye al psoas debido a su conexión con el sistema nervioso autónomo y su respuesta al estrés y las emociones. El psoas está en estrecha proximidad con el diafragma, el principal músculo de la respiración, y ambos comparten conexiones neurológicas. Cuando el psoas está tenso o acortado debido a factores como el estrés crónico o una mala postura, puede influir en la respiración y provocar respuestas emocionales negativas, como ansiedad y miedo. Por lo tanto, liberar y relajar el psoas puede tener un impacto positivo en el bienestar emocional y físico.
Lo que sucede cuando el psoas se acorta o está rígido.
El acortamiento o la rigidez del psoas pueden desencadenar diversas consecuencias para el cuerpo y la mente. Algunos de los efectos más comunes incluyen:
- Dolor lumbar: Un psoas acortado puede tirar de la columna vertebral lumbar hacia adelante, provocando una lordosis excesiva y aumentando la presión en los discos intervertebrales. Esto puede conducir a dolor lumbar crónico y disfunciones en la columna vertebral.
- Compensaciones posturales: Cuando el psoas está tenso, puede afectar la alineación postural y causar desequilibrios musculares. El cuerpo puede compensar adoptando posturas y movimientos incorrectos, lo que puede llevar a problemas en otras áreas del cuerpo, como las caderas, las rodillas o los hombros.
- Dificultad para respirar: Un psoas rígido puede afectar la capacidad del diafragma para moverse libremente durante la respiración, lo que puede provocar una respiración superficial y limitada.
- Tensión emocional: El psoas, como mencionamos anteriormente, está conectado con el sistema nervioso autónomo y las respuestas emocionales.
La salud del psoas a través de Yoga.
La práctica de Yoga es una herramienta valiosa para desarrollar la consciencia corporal y establecer una conexión más profunda con el psoas. A través de asanas (posturas de yoga) específicas, movimientos conscientes y técnicas de respiración, podemos explorar y sentir este particular músculo de una manera significativa. La práctica regular de Yoga puede ayudarnos a liberar la tensión acumulada en el psoas, fortalecerlo de manera equilibrada y mejorar su movilidad.
Cuidados para un Psoas Sano.
Mantener un psoas sano y equilibrado requiere una atención consciente y cuidados adecuados. Aquí hay algunas prácticas y recomendaciones para mantener la salud del psoas:
- Estiramientos: Realizar estiramientos suaves y conscientes puede ayudar a liberar la tensión acumulada en el psoas. Posturas como Chandrasana (postura de La Luna de la tradición Purna Yoga) o Kapotasana (Postura de La Paloma) trabajan sobre la región que influye sobre el psoas, ayudando a su estiramiento.
Variante de Kapotasana
Chandrasana
- Fortalecimiento equilibrado: Junto con el estiramiento, el fortalecimiento adecuado del psoas y los músculos que lo rodean es esencial. El yoga ofrece una variedad de asanas y secuencias que pueden ayudar a fortalecer el psoas de manera equilibrada. Posturas como Navasana (postura de El Barco) y Salabhasana (postura de El Saltamontes) pueden ser efectivas para fortalecer el psoas y los músculos abdominales de manera integral.
Navasana - Imagen ©Freepik
- Movimientos conscientes: Practicar movimientos conscientes que involucren la flexión de cadera puede ayudar a mantener la movilidad del psoas. Incluir movimientos como balanceos de piernas, movimientos de rodillas al pecho y movimientos de pelvis en nuestra práctica diaria puede ayudar a mantener el psoas activo y saludable.
- Liberación de la tensión: Además de los estiramientos y fortalecimiento, es importante liberar la tensión acumulada en el psoas. El uso de pelotas de masaje o la práctica de técnicas de liberación miofascial pueden ser útiles para aflojar y relajar el psoas. También se puede explorar el trabajo de liberación emocional, ya que el psoas está conectado con las respuestas emocionales del cuerpo.
- Alineación postural adecuada: Mantener una buena alineación postural es esencial para la salud del psoas. Evitar posturas que sobrecarguen el psoas o provoquen una inclinación excesiva de la pelvis puede ayudar a prevenir lesiones y desequilibrios musculares.
- Atención al estrés: El estrés crónico puede afectar negativamente al psoas y causar tensión o acortamiento. Practicar técnicas de reducción del estrés, como la meditación, la respiración consciente y la relajación profunda, puede ayudar a mantener el psoas en un estado más relajado y equilibrado.
Conocer el psoas nos permite comprender cuáles son los hábitos que nos llevan a situaciones de conflicto físico y repercuten en diferentes cuadros de dolores, provocando malestares y hasta lesiones del cuerpo físico.
A través de sus cuidados podemos ver que no es sólo un tema muscular, sino que son muchas las áreas de nuestro ser que influyen en el clima interior y acaban por alterar el equilibrio saludable del psoas.
Como disciplina holística, Yoga hace hincapié en el cuidado de este músculo particular ya que, así como se ve influido por muchos factores físicos, mentales o emocionales, el trabajo que hagamos sobre el psoas repercutirá también en esos elementos constitutivos del ser. Si lo hacemos desde Yoga físico y las disciplinas con las que éste se relaciona íntimamente, como Pranayama o Meditación, conseguiremos un efecto profundo y duradero en los niveles de salud que seamos capaces de alcanzar sobre "el músculo del alma".
©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Escritor
Terapeuta holístico
Diplomado en Ayurveda