Un estudio publicado el 30 de septiembre en la revista científica British Medical Journal Open, que evaluó en 4 décadas, aproximadamente a 800 mujeres, desde sus 30 hasta sus 50 años, concluyó al final de ese tiempo, que el 19% había desarrollado demencia senil, en especial alzhéimer, observaron los investigadores que el riesgo aumentaba cuando vivían situaciones de estrés que esas mujeres reportaban, cada una aumentaba las posibilidades de sufrir alzhéimer a un 17%.
El alzheimer es una condición degenerativa que afecta directamente al cerebro causándole problemas de memoria, conducta y pensamiento. Aunque aún siguen las investigaciones para ahondar en como el estrés puede ser detonante para llegar a tener alzheimer, se sabe que el estrés eleva la presión arterial, que repercute a nivel cerebral.
También influyen los trastornos crónicos del sueño, que son nocivos, puede ser provocado por el estrés. Un estrés crónico altera el humor, y esto puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo.
El estrés crónico o agudo disminuye niveles de magnesio, antioxidante y antiinflamatorio, que provoca: enfermedad cardiovascular, colesterol, hipertensión, diabetes, se tratan con medicamentos que acentúan más bien la disminución de este mineral clave. Cuando falta, el cuerpo se inflama y se vuelve más tóxico, la inflamación está muy involucrada con el alzheimer.
En resumen, ¿significará que el estrés cotidiano pueda conducirnos a sufrir demencia en la tercera edad? Los estudios aún no son concluyentes, por lo que la respuesta es "no necesariamente", aún así, tratemos de vivir una vida tranquila hasta donde nos sea posible.
Imágenes: Blog Saber que...