Llevo tiempo estudiando el comportamiento de la gente que me rodea, y la verdad me he llevado muchas decepciones, pero también muchas alegrías.
He aprendido a valorar momentos y cosas que no se publican en una red social, y sobre todo he aprendido que mi vida no gira entorno a ellas. Hace tiempo inicie un camino y a lo largo de él he ido esquivando obstáculos, me he caído muchas veces, pero también me he levantado, ahora casi al final del mismo se quien esta hay, quien dice las verdades y no se calla, quién te alienta y te enseña senderos hermosos para llegar al final.
Todos deberíamos de vez en cuando iniciar ese camino, buscar esa paz y esa tranquilidad, aprender a distinguir entre lo que realmente merece la pena y lo que no, y con todo esto no estoy señalando a nadie, no quiero que nadie se de por aludido, esa no es mi intención, en cada frase o en cada pensamiento solo esta la esencia de mi yo.
Porque para juzgar o etiquetar a los demás primero debemos hacerlo con nosotros mismo, y como reza cierta frase, quien esté libre de culpas que tire la primera piedra. No se puede criticar un comportamiento cuando tu eres el primero en hacerlo.
En la vida tomamos muchas decisiones, a veces buenas a veces malas, pero a fin de cuentas decisiones, lo difícil es tomar las correctas.