1. Tiempo para mi
Es importante que cuides tu mente. El hacer cientos de cosas cada día puede estar bien pero termina pasando factura. Es necesario pasar unos minutos en soledad, disfrutando del silencio y reflexionando sobre todas esas cosas que nos rondan la cabeza a diario. O simplemente sintiendo. Piensa en qué sientes, a qué huele, qué escuchas, céntrate en ese momento, justo en el momento que estás viviendo.
El verano es un momento perfecto para hacerlo, los días son largos, y un pequeño paseo después de cenar, sola, en el que te dediques a observar la calle, la gente, los sonidos... hace que salgas de esa vorágine del día y te relajes antes de irte a dormir.
2. No seré ambiciosa
Vale que todas tenemos cientos de proyectos y cosas por hacer cada día. Ideas maravillosas que nos gustaría llevar a cabo pero que nos llegan a agobiar porque no conseguimos darles salida. Sin embargo, son los pequeños logros los que te van dando granitos de felicidad. Fragmenta las grandes tareas y ve haciéndolas poco a poco, sentirás cómo la energía de haber conseguido parte de tu proyecto te va invadiendo. El tiempo que te quede, empléalo con los tuyos, es verano, los niños están de vacaciones, disfruta mucho con ellos.
3. Disfruto de las cosas que me rodean
Sé consciente, tienes que estar presente en el momento. Disfruta de esos momentos con los niños, con tu pareja o con los amigos. Son estos momentos los que nos ponen las pilas. Aprovecha las vacaciones para disfrutar de ellos, de ti, del presente. Simplemente tenemos que ser capaces de ver la felicidad en cada uno de los detalles que nos rodean.
Chaqueta: BetiBeauty
4. Fuera tecnología
Nos hace mucho daño. Y me di cuenta de ello cuando el otro día, en el cumpleaños de mi hijo "me desperté" grabando el momento velas para que lo viera mi familia en lugar de disfrutarlo yo, yo que estaba allí, con mi hijo... Ese momento me hizo despertar y cómo lo agradezco. Desde ese día he tomado distancia con la tecnología... y lo he ganado en vida, os lo aseguro.
Aparca las pantallas y disfruta de la piscina, un buen libro y una buena charla. Las terracitas son el lugar perfecto estos días.
¿Qué os parecen? ¿Os animáis conmigo?