No obstante, hoy la fibromialgia es una alteración de la salud que requiere toda la atención por dos motivos muy importantes:
La fibromialgia reduce seriamente la calidad de vida de quien la padece, pues afecta a la vida laboral y familiar llegando a provocar depresión por falta de capacidad para poder realizar las tareas diarias habituales. Y esta situación, sin solución a la vista y agravándose con el tiempo, da lugar a un estado de desesperación al que lo sufre al cual, todos los que nos dedicamos a la salud, debemos atender con seriedad, conocimiento y cariño.
La fibromialgia es un problema crónico. Los fármacos que se recetan para la fibromialgia no curan pero reducen los síntomas y alivian El hecho de ser un problema crónico implica un tratamiento de larga duración, prácticamente de por vida.
Estos fármacos son:
analgésicos y antiinflamatorios
relajantes musculares
fármacos antidepresivos
fármacos para regular el funcionamiento del tracto digestivo.
Tomar estos fármacos es bueno bajo el punto de vista que reduce los síntomas y mejora el estado físico y emocional. El gran problema es que son tratamientos de muy larga duración y los efectos adversos de los fármacos acaban produciendo serios problemas de salud, que se suman a los que ya se tienen debidos a la propia fibromialgia.
Por ello, para salvaguardar la salud, es fundamental buscar tratamientos eficaces que reduzcan al máximo la ingesta de fármacos. Con esto, no pretendo en modo alguno menoscabar el valor de los fármacos, que en muchas ocasiones salvan vidas. Y por lo tanto, y yo la primera, les estoy muy agradecida.
La auriculoterapia y la biorresonancia son métodos muy eficaces en el tratamiento de la fibromialgia. Y su aplicación prolongada no daña ningún órgano del cuerpo.
¿Cómo actúan estas terapias?
Con el tratamiento combinado auriculoterapia y biorresonancia se actúa sobre los puntos principales de la afección de la fibromialgia:
dolores tanto osteomusculares como dolores de cabeza
sensación de hormigueo y de pesadez en brazos y piernas
sensación de fatiga al mínimo esfuerzo
insomnio
ansiedad y la depresión
trastornos digestivos asociados a la fibromialgia
hiperactividad del sistema nervioso simpático que puede provocar estados de tensión constante, temblor muscular, espasmos musculares, piernas inquietas, rechinar de dientes...
En particular, la auriculoterapia actúa a través de la estimulación de puntos específicos de la oreja provocando una acción concreta en puntos reflejos del cuerpo. Esta acción es de diversa índole, pues puede ser analgésica, antiinflamatoria, sedante, estimulante, regula el sueño, regula el tránsito intestinal, etc. La estupenda eficacia de esta técnica se explica por la gran inervación del pabellón auricular que la conecta directa y rápidamente con el cerebro. Además, el pabellón auricular tiene una vasta red capilar y por él pasan los meridianos Yang.
La auriculoterapia tiene sus fundamentos tanto en la Medicina Tradicional China como en la Medicina Convencional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales del siglo XX reconoció la auriculoterapia como terapia de interés para la salud. Esto promovió el desarrollo de la auriculoterapia tanto en China como en Europa.
Por su parte la biorresonancia permite hacer análisis profundos de los órganos y tejidos del cuerpo. La biorresonancia permite encontrar desequilibrios en el funcionamiento de nuestro organismo, pudiendo llegar a encontrar desarmonías funcionales incluso a nivel de ADN. Esto tiene lugar gracias a la emisión de determinadas frecuencias de ondas electromagnéticas que llegan a nuestro organismo y éste las devuelve al aparato. El aparato es capaz de analizar las ondas que recibe del cuerpo, determinando si hay algún tipo de desequilibrio funcional y/o energético.
Con la biorresonancia también se puede armonizar el cuerpo transmitiéndole ondas electromagnéticas que vibren de la misma manera que el tejido sano, lo que induce a los tejidos del cuerpo a vibrar de esa manera y promoviendo, de esta manera, su recuperación.
Tanto con auriculoterapia como con biorresonancia no se le aporta ninguna sustancia al cuerpo. Son terapias energéticas, promueven la autocuración del organismo, activando los propios mecanismos naturales de regeneración y reparación. Por supuesto, estas terapias deben realizarse de forma personalizada. Se debe hacer un seguimiento de la evolución de los síntomas para ajustar perfectamente el tratamiento, en aras de un resultado óptimo.
Con este artículo quiero invitar a todos aquellos que sufren fibromialgia que se animen a recibir auriculoterapia y biorresonancia con el fin de mejorar los síntomas, reduciendo al máximo el tratamiento excesivo y prolongado con fármacos, en pro de una mejor salud general de su organismo.