la parálisis emocional,
a los bajos niveles de energía,
a los sentimientos de baja autoestima,
e incluso problemas físicos tales como náuseas, dolores de cabeza o tensión muscular.
Antes de que uno pueda aprender a superar los efectos de los nocivos (y hacer frente a sus palabras y comportamientos) debes aprender a reconocerlos lo antes posible. Veremos los tipos más comunes de la gente nociva, o gente difícil.
Actualmente, se utiliza mucho el concepto “personas tóxicas“. Sin embargo, reflexionando éticamente sobre el uso de este término, deberíamos pensar en cómo hacemos sentir a alguien cuando le etiquetamos de este modo. O también, cómo nos sentimos nosotros mismos cuando observamos en nuestro carácter algún rasgo que puede dificultar nuestras relaciones con los demás. Esta es una de las razones por las que resulta más terapéutico el término personas difíciles.
Porque la dificultad se supera, se puede ir más allá de esta barrera. Por el contrario, lo tóxico transmite el mensaje de algo dañino que hay que evitar a toda costa. Por esta razón, hoy en Psicología y Autoayuda describimos algunos tipos de carácter difícil, no para señalar con el dedo o censurar moralmente este tipo de comportamientos que todos hemos podido tener en algún momento. Sino para seguir creciendo y evolucionando que esto es de lo que trata la vida al fin y al cabo.
El mandón
Las personas mandonas son contundentes, se enojan con facilidad, son argumentativas y se consideran como sabelotodo. Esta gente ordena todo a su alrededor y no perdona ni olvidar los pequeños errores. Las personas con estas características tienen la necesidad de controlar a otras, y a menudo, esta persona muestra tendencias crueles.
Estas personas son nocivas porque hacen hincapié en otros, haciendo que las personas le teman, y no ganan ni brindan respeto.
El victima y abatido.
Este tipo de persona se caracteriza por ser tristes, negativas, obstinadas, paranoicas, escépticas y deprimidas. Es un angustiado perpetuo, y constantemente se queja de lo injusta que es la vida.
El abatimiento y de la víctima es nocivo porque la depresión y la negatividad se extienden a todo el mundo. Se drena la energía y hace que las personas se sienten agobiados y sin esperanza.
El entrometido
El entrometido es invasivo, audaz, crítico, moralista, chismoso, metiche y grosero. Esta persona le gusta hacer la vida imposible a otras. No tiene una vida interesante, por lo cual tiene que causar problemas en la vida de otras personas. Envidia a todos aquellos que tienen una vida activa, emocionante y productiva.
El entrometido es nocivo porque puede causar graves problemas financieros, profesionales y personales en la vida de otras personas.
El tacaño
Este tipo de persona es egoísta, insegura y neurótica, a menudo pierde la visión global, enfocándose solamente en el dinero. Esta persona va más allá de tener una personalidad ambiciosa, sino que es tan avaro con el dinero como con el amor y el cariño.
El tacaño es nocivo porque se aprovecha de la gente que lo rodea, tanto financiera como emocionalmente.
El narcisista
Estas personas son egoístas, ególatras, superficiales, arrogantes, indiscretos y socialmente ineptos. Al narcisista le encanta mirarse a sí mismo y oír hablar de su persona. Él dice que las palabras “yo” y “mí” valen más que cualquier otra palabra, y con frecuencia hablan en un monólogo (en lugar del diálogo).
El narcisista es nocivo porque no da a la gente la oportunidad de participar en un debate o una relación sana, es uno de los tipos más aburridos de persona, es difícil asociar con él, porque lo único que le importa es el mismo.
El pasivo.
Aquella persona que se adapta de un modo tan permeable al entorno que nunca llegas a saber exactamente qué quiere, qué piensa y qué pasa por su cabeza. Tener una relación de amistad con una persona que está en este punto es muy difícil. Echarás de menos que esa persona tome la iniciativa en los planes y no se limite únicamente a actuar a modo de estímulo y respuesta.
El sabelotodo.
Seguramente en algún momento te has encontrado con alguien que incluso estando equivocado en su opinión, hablaba como si realmente supiera de todo y tuviese una seguridad absoluta en sus palabras. El sabelotodo también conecta con el complejo del orador frustrado en una conferencia. Alguien del público toma el turno de palabra en la ronda de preguntas para su propio lucimiento, dando un discurso que está fuera de contexto. Esta personalidad es especialmente difícil si te encuentras con un sabelotodo que te corrige constantemente en el trabajo.
El que se queja por todo y por más.
El que se considera víctima universal de la humanidad. Todas las cosas le pasan a él. Es agotador convivir con una víctima porque te acaba haciendo sentir culpable de sus propios sufrimientos si no te proteges adecuadamente frente a posibles imprevistos.
El eterno insatisfecho.
Te echa en cara cosas constantemente, te hace sentir como si no le tuvieras en cuenta porque sus demandas con elevadas y su nivel de atención infinito. Y a ti esto te produce el efecto contrario al que pretende. Cada vez te apetece menos quedar con él.
El amigo ausente.
Ese que está, sin estar. Le envias mensajes de whatsapp que no contesta. Se acuerda de ti de ciento a viento. Y aún así, te hace creer que es tu amigo mientras tú te agotas mentalmente intentando entender qué pasa en esta relación o qué lógica hay detrás de ciertos comportamientos de poco compromiso e interés hacia ti.
¿Cómo protegerte de personas tóxicas?
Todos somos difíciles en muchos momentos. Por esta razón, es positivo observar la dificultad como un aliciente para avanzar en la dirección de la alegría.
La gente nociva se debe evitar tanto como sea posible. La mejor manera de vivir feliz y plenamente y tener una vida productiva, es rodearse de personas con las que uno puede crecer, a quien uno respeta y a la vez lo respetan.
Aprende CÓMO PROTEGERTE de PERSONAS TÓXICAS.