Tipos de frustración

En otros posts sobre la frustración hemos comentado que esta emoción está directamente relacionada con las expectativas. 

Pues bien, Kurt Lewin (1890 – 1947), define 4 procesos frustrativos básicos que explican cómo se genera una situación de frustración:

Frustración por barrera: Este proceso se produce cuando existe un elemento u obstáculo que impide que consigamos lo que deseamos/necesitamos (meta-objetivo). 
Ejemplo: En el caso de un Trabajador Social (y basándonos en las respuestas obtenidas en la encuesta sobre emociones) los obstáculos expresados son la escasez de tiempo, poca o mala comunicación con otros profesionales, el propio sistema, la burocracia/trabajos administrativos, las familias que no apoyan los procesos de intervención impidiendo conseguir los objetivos con los usuarios, los representantes políticos. También aparecen el estrés y el bloqueo mental como obstáculos/barreras para conseguir los objetivos y el trabajo de calidad.

Frustración por incompatibilidad de dos objetivos: Este proceso se produce cuando el profesional tiene que elegir entre dos objetivos altamente deseables pero excluyentes entre sí. 
Ejemplo 1: Aspirar a un puesto de mayor responsabilidad y salario frente a la liberación de tiempo.

Ejemplo 2: La reunión mensual con los compañeros/as de equipo donde se puede hablar y compartir experiencias frente al objetivo de tener el trabajo al día.

Frustración por conflicto evitación-evitación: Este proceso frustrativo se genera cuando ninguna de las dos opciones entre las que tiene que elegir el trabajador social le convence. El tiempo que está sin tomar una decisión aumenta las probabilidades de generarle procesos de alto estrés y parálisis (consecuencia: acumulación de trabajo, insatisfacción laboral…).
Ejemplo: Le ofrezca el recurso que le ofrezca al usuario, su situación de vulnerabilidad no va a cambiar de manera sostenible.

Frustración por conflicto aproximación-evitación: Este último proceso se refiere a las luces y las sombras de las metas u objetivos que el trabajador social tiene. 
Ejemplo 1: Tener un mejor contrato y salario como coordinador/a o director/a de programas renunciando al trabajo directo con las personas (foco principal de su motivación) y aumentando el burocrático.

Ejemplo 2: Otro ejemplo sería elegir un trabajo de campo que te encante pero aceptar condiciones de precariedad laboral.

Si tienes ejemplos de tu día a día como trabajador social que quieras compartir con nosotros, por favor, ¡NO TE CORTES!

>> ESCRIBE TUS EJEMPLOS EN COMENTARIOS.

Al escribirlos, intenta identificar a cuál de estos procesos frustrativos pertenece.

Gracias a todas las personas que habéis contribuido con este post.

Fuente: este post proviene de Blog de Leticia Díez, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Conciliación y estrés “La conciliación es una estrategia que facilita la consecución de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Busca la armonía entre sus intereses y necesidades personales, fam ...

Ya estamos en la 2ª semana de nuestra campaña “MARZO, MES DE LA MUJER”. En esta ocasión, la profesional que nos visita y nos honra con su participación es MARTA REIGADAS. Marta, es trabaja ...

Recomendamos