Posteriormente y ya en la época de Hipócrates 460 a. C, pensaron que si en la naturaleza habían 4 elementos importantes, los humanos que formamos parte de la naturaleza también deberíamos tener 4 elementos que gestionaran nuestro estado de salud. Si tenemos estos 4 elementos en equilibrio, estaremos sanos,sin embargo, el predominio de uno de ellos nos marcaría el carácter y nuestras tendencias patológicas. El ser humano siempre se encontrará en algún estado de desequilibrio, pero cuando éste lo llevamos al límite es cuando podemos enfermar.
De esta manera nació la teoría de los 4 humores, refiriéndose a humor a la clase de fluidos corporales que tenemos, existiendo 4 importantes.
Los cuatro humores
Sangre y la bilis como elemento yang, y por tanto son personas con movimientos centrífugos, extrovertidos y con más temperatura corporal.
Linfa y atrabilis (otra bilis, bilis negra), como elemento yin y por tanto con movimientos centrípetos, introvertidos, quietos, tranquilos y con menos temperatura corporal. No existe un equilibrio puro porque por causas dietéticas, psicológicas, ejercicio físico, etc., se alteran los humores.
Según Hipócrates, el equilibrio puro no existe. En cada uno de nosotros predomina un humor, lo que determina nuestras características tipológicas o tipología humana.
Las 4 tipologías humanas
De esta forma Hipócrates describió 4 tipologías.
Sanguíneo
Aspecto físico: cara redonda, carnes fuertes, colores rojos en cara y pómulos. Tienen poco pelo. Sudan mucho especialmente en la parte alta del cuello, frente, axilas. Tendencia a aumentar de peso pero no están flácidos sino carnes compactas.
Emocionalmente: Son entusiastas, alegres. Funcionan por impulsos, no son cerebrales, son viscerales. Les gusta comer sobretodo carnes rojas, vino negro. Son emocionales no racionales y optimistas.
Tendencias patológicas: Sobrepeso, hipertensión, problemas cardio-circulatorios y vasculares.
Bilioso
Aspecto físico: frente estrecha y mandíbula amplia. Predominan los rasgos fuertes. Tienen fuerza y se les marca bien la musculatura y tienen resistencia atlética. Son peludos.
Emocionalmente: son muy viscerales, con reacciones fuertes y rápidas. Todo lo manifiestan lo bueno y lo malo. Tienen explosiones emocionales pero no son rencorosos, explotan, insultan pero luego se les pasa. Son ordenados dentro de su desorden. Son muy intuitivos.
Tendencias patológicas: alteraciones digestivas. Insomnio. Ansiedad. Migrañas.
Atrabílico
Aspecto físico: personas pálidas, sin brillo. Manos y dedos delgados y largos. La nariz larga. Tienen mucha memoria. Destaca su nariz larga y grande. Son poco comedores y poco habladores. Introvertidos, y por tanto tendencia a ir encorvados. Altos y delgados. Pies grandes. No son atléticos.
Emocionalmente: Muy inteligentes y ordenados, necesitan esquemas y rutinas de trabajo. Melancólicos, piensan que el pasado es mejor que el presente. Son personas muy susceptibles de ser hipnotizadas, y esta susceptibilidad hace que puedan cambiar de opinión fácilmente. Tienen un gran potencial imaginativo.
Tendencia patológicas: Alteraciones del sistema nerviosos central como depresión, astenia física. Alteraciones en las vías respiratorias. Debilidad muscular con tendencia a romperse los tendones. Osteoporosis. Insomnio de segunda hora. Infecciones vaginales de repetición. Y pueden caer en la drogadicción como huída.
Linfático
Aspecto físico: Flácido con tendencia a la obesidad. Tranquilo con movimientos muy lentos, sin reflejos, reaccionan muy tarde. Cara redonda con pómulos y papada. Poco pelo y fino. Se cansan fácilmente. Les gusta mucho comer dulce. Odian el deporte.
Emocionalmente: Viven la realidad. Tienen poca imaginación y poca memoria. Le dan vueltas a la misma cosa una y otra vez, no son ágiles mentalmente. Tienen fatiga psíquica paralela a la física. Necesitan descansar, dormir.
Tendencia patológica: Hernias, ptosis intestinal. Obesidad. Hipotiroidismo. Aumento de triglicéridos y tendencia a la diabetes por su adicción al dulce. Formación de cálculos tanto renales como biliares. Mala circulación sobretodo en las piernas.
Observaciones
Es difícil encontrar a una persona pura dentro de un humor, normalmente hay un predominio de alguno de ellos.
No todo es tan sencillo ni fácil. Tanto los humores como las diátesis de Menetrier, me ayuda como terapeuta a crear un mapa de la persona que tengo delante para saber qué remedio será el más adecuado para él, tratándolo siempre desde una perspectiva holística, es decir, no solamente la sintomatología que es lo importante para quien nos viene a visitar, sino la causa que provoca esa disfunción, que es lo importante como terapeuta.
Por tanto, es fundamental tratar lo físico, químico, emocional y energético.
Susagna Muns