Breve HISTORIA sobre los MASAJES
De todos los tratamientos terapéuticos que conocemos, el masaje es el más sencillo. Sus orígenes se remontan a 2.700 años atrás, cuando apareció un libro en Asia Oriental (escrito por monjes de culto budista) con imágenes que representaban escenas de masajes. Este pasó por China, Japón, India y hasta Egipto.
Este eficaz método se utilizaba para consentir a reyes y personalidades importantes. Más tarde, fue el elegido por médicos romanos y griegos para curar y aliviar a enfermos y atletas. Sin embargo, en la Edad Media cayó en decadencia ya que se consideraba una práctica pecaminosa debido al contacto.
Ya en el siglo XVI, el masaje comienza a atravesar una revalorización que se consolidó hasta hoy en día, donde surgieron varias técnicas para aplicar este tratamiento, aunque todas con un mismo fin:
lograr la modelación y/o tonificación del cuerpo, relajar, eliminar el estrés y las tensiones, descontracturar.
Técnicas y Movimientos para DAR MASAJES
Existen diferentes TIPOS DE MASAJES, y cada uno de ellos posee características especiales en sus movimientos y a su vez, cada tipo de movimiento genera una acción específica y determinada sobre el cuerpo.
Conocer los tipos de movimientos y sus efectos nos ayudará a realizar un masaje completo y eficaz. De la fluidez de quien da el masaje y el objetivo del mismo dependerán los movimientos elegidos.
Para obtener los resultados deseados, cada tipo de masaje tiene su técnica y movimiento:
Deslizamientos o Roces
Los roces ó eflurage consisten en movimientos de desplazamiento con la palma de la mano, pueden ser cortos, largos, lentos o rápidos y a la vez superficiales o profundos. Este contacto con el paciente produce la descongestión. Se efectúan movimientos largos, lentos y rítmicos con las palmas de las manos.
El roce superficial es la primera y última maniobra que se debe realizar en el masaje. Produce una acción sedativa y anestesiante. Se realiza en forma suave, es como una caricia. Permite una toma de contacto y lo prepara al receptor para las maniobras siguientes. El movimiento puede ser rectilíneo o circular y efectuarse con una o ambas manos. Por sus efectos dilatadores provoca el calentamiento de la zona a tratar. Al ser suave, rítmico y lento influye sobre el psiquismo, siendo su aplicación muy importante para la relajación muscular.
El roce profundo se aplica con una mayor presión aunque no demasiado intensa, puesto que la relajación es fundamental. Tiene una acción mecánica favoreciendo el vaciamiento venoso y linfático. El sentido es hacia el centro, centrípeto.
Amasamiento:
El amasamiento consiste en presiones realizadas con más intensidad y profundidad que los roces. En presionar con ambas manos, comprimiendo las masas de los tejidos. Se hace sobre voluminosas masas de tejidos.
Conmueve las grasas contenidas, aumenta el tono muscular y levanta la temperatura. Se colocan las manos en forma de rombo (los pulgares a un lado y los cuatro dedos al otro) en la zona afectada; se presiona el área suave y firme a la vez, provocando un movimiento ascendente deslizando las manos.
Amasamiento digital:
Activa la vasodilatación y aumenta la temperatura periférica. Se trabaja con las manos en forma ahuecada y sólo con los pulgares y yemas de los dedos.
Malaxación:
La malaxación, es otra forma de amasamiento, se efectúa con movimientos alternos de oposición de ambas manos. La cara palmar de los cuatro últimos dedos de una mano comprime los tejidos contra el talón de la mano opuesta. Se utiliza fundamentalmente en el masaje abdominal o en los glúteos para reducir volumen.
Masaje localizado, complementa la reducción y ayuda a descontracturar. Hay tres tipos:
Profunda: trabaja al nivel del tejido adiposo muscular, donde el tejido lo permita.
Plana: las manos comprimen y movilizan el tejido conectivo.
Cubital: una mano sostiene y la otra masajea, se realiza donde los tejidos lo permitan.
Movimientos verticales de superficie:
Estimula el músculo a tratar y ayuda a la vasodilatación de la circulación local. Se trabaja con la muñeca y cuatro dedos (el pulgar no lo hace).
Pinzamiento:
El amasamiento llamado pinzamiento implica tomar los tejidos entre el pulgar y los cuatro dedos de la misma mano en forma de pinza, levantando los planos profundos y exprimirlos como si fuese una esponja embebida. Se puede hacer con una mano o ambas a la vez.
Se colocan los dedos en forma de pinza y se eleva la zona afectada y se puede hacer superficial o profundamente, y lento o rápido según lo que se busque.
Percusión:
Golpetear y martillar los tejidos sin violencia y de forma intermitente, se llama percusión. Puede realizarse con el borde cubital de la mano o con la yema de los dedos. Su efecto es mejorar el tono muscular.
Vibraciones
Para un efecto sedante o relajante se utilizan las vibraciones, que consisten en transmitir a los tejidos movimientos vibratorios a través de varios dedos o con la mano entera.
VÍDEO con varios MOVIMIENTOS: Masaje de Espalda
Vemos a continuación un vídeo con varias de las técnicas mencionadas. Si quieres aprender a dar masajes en varias partes del cuerpo puedes ver aquí más VÍDEOS sobre cómo dar MASAJES.